El rock de Arbol llega para sacudir El Sótano

El grupo porteño presenta el disco "Chapusongs"

Arbol presentará su último disco, "Chapusongs", esta noche, a las 22.30, en El Sótano, Mitre 785. El grupo integrado por Pablo Romero (voz, percusión, guitarra y trombón), Eduardo Schmidt (voz, violín, flauta, charango, trompeta y armónica), Sebastián Bianchini (bajo, coros, y caja), Hernán Bruckner (guitarra y coros) y Martín Millán (batería y flauta melódica) también repasará temas de sus trabajos anteriores y hará un cover a capella del clásico de los Redondos "Ji ji ji". Como banda invitada actuará El Regreso del Coelacanto.

En "Chapusongs" Arbol apuesta otra vez a la mezcla de instrumentos, que van del charango al trombón, y a la fusión de estilos como el hardcore, el ska, el punk y el folclore. "Pero esta vez hablamos desde otro lado. Ahora las letras son más directas, menos voladas", aseguró el cantante Pablo Romero, y agregó: "A pesar de haber grabado el disco en plena crisis del país tratamos de tirar buena onda. Hay que darle para adelante, no queda otra", opinó.

Sobre la influencia de los instrumentos autóctonos, el cantante explicó que "nosotros escuchamos mucha música de todos lados, y Edu (Schmidt) estudió folclore. El toca violín, charango, quena y sikus. Yo también tocaba el bombo legüero en un coro. Me gusta mucho (Raúl) Carnota, que es el primo de nuestro baterista. También me gusta el folclore de proyección y hasta Soledad", reconoció.

Arbol es una de las bandas que produce Gustavo Santaolalla, considerado el gran gurú del rock latino. "Pero el grupo se tiene que valer por lo que es y por la música que hace, no por el productor", aclaró Pablo Romero. "A la hora de grabar el productor es como un integrante más y toma decisiones. Pero si la banda no se vale por sí sola, al segundo disco se cae", aseguró.

En su búsqueda de mezclar estilos tan disímiles como el punk y el folclore, Arbol encontró tantas trabas como satisfacciones. "La ventaja es que siempre te lleva a un resultado original -dijo el vocalista-. La contra es que el grupo es muy difícil de encasillar, y a la gente le interesa etiquetar, necesita que las cosas tengan un nombre para sentirse identificada. Así nuestra música tarda más tiempo en digerirse y en llegar a la gente", analizó. "Nosotros buscamos siempre lo nuevo, la vanguardia, y rompemos esquemas", concluyó el cantante.

La bada fusiona estilos disímiles entre si.