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 miércoles, 23 de julio de 2003

Los niños cuentan su historia
Actores y psicólogos comparten con los internados un espacio de juegos en el Hospital Provincial. La experiencia acelera la recuperación

Omar con tan sólo 9 años fue internado en el Hospital Provincial luego de un diagnóstico que detecta que su médula no funciona bien. Está triste y preocupado porque presiente que algo sucede. Sus padres, Pedro y Carla, lo acompañan y esperan la solución de su dolencia. Entretanto, psicólogos y actores integrantes del espacio de juegos del hospital se ponen en acción para devolverle la sonrisa al pequeño con cara de susto. Entre otras cosas, le dan materiales para que pueda fabricar sus propios títeres. Así Omar crea a Pirata Gruñón, y junto con su padre inventa una divertida historia sobre el hallazgo de un tesoro, que luego de ensayos es compartida con otros internados y el personal de la institución.

La experiencia de Omar y su familia ejemplifica la propuesta del espacio de juego de la sala de internación pediátrica del Hospital Provincial, que funciona todos los lunes entre las 13 y 15, coordinado por la actriz y profesora de teatro de títeres Laura Copello. Participan actores, titiriteros, psicólogos y estudiantes de la escuela de teatro y títeres y de la Facultad de Psicología. Ocasionalmente -de acuerdo a su disponibilidad horaria- intervienen también los pediatras y enfermeros. La propuesta existe desde fines del •92 a partir de un convenio entre la Escuela Provincial de Teatro y Títeres Nº5029 y la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario.

Copello, la psicóloga Iris Valles (especialista en psicología clínica, institucional y comunitaria) y el pediatra Juan Carlos Bocanera (coordinador de la actividad asistencial de la sala de internación pediátrica de dicho hospital) contaron a La Capital la experiencia. "La propuesta es que los niños internados y sus padres jueguen, creen y se diviertan. A partir de la creación de títeres, obras de teatro o la entonación de una canción motivamos la creatividad", cuentan.

La iniciativa que impulsa el juego como un espacio creador no sólo busca que los niños se distraigan, sino también que las madres logren un mayor acercamiento con sus hijos que deben permanecer internados por períodos prolongados a causa de una afección oncológica o crónica.


Historias personales
En ocasiones desde la medicina se deja de lado la singularidad de las personas (gustos, aspiraciones, amigos, familia) y los enfermos pasan a convertirse en un número o una patología. Para contrarrestar ese paradigma, los actores, titiriteros y psicólogos del espacio de juegos recurren al teatro como una disciplina que les permite cambiar las reglas de la relación.

"Guiamos a los niños para que hallen en su cuerpo signos que los conecten con sus fantasías y miedos. Esto mismo se observa claramente en la vivencia de Omar, quien se puede ver a sí mismo y ser reconocido por otros no sólo como el que tiene la médula enferma o el de la cama número equis, sino también como el que crea la historia del pirata, el que muestra sus aventuras, el que comparte el tesoro".

Lo novedoso de esta propuesta es que fue incorporada a la práctica del hospital como un recurso más en el tratamiento de los niños internados. Luego de cada encuentro del espacio de juego, tanto actores como psicólogos comparten lo sucedido con los médicos clínicos. "Desde la pediatría más de una vez detectamos que disminuye el dolor y hace más rápida la recuperación", afirmó Bocanera.

Al respecto contó que en una oportunidad le causó asombro cuando mediante la recreación lograron calmar el llanto de un niño que había sido intervenido quirúrgicamente. Esto motivó que necesitara menos analgésicos y que el posquirúrgico sea más llevadero.

Otro ejemplo es el de una niña operada del paladar que no comenzaba a hablar cuando en realidad el cirujano opinaba que ya era tiempo que comenzara a comunicarse. "Desde el juego percibimos que tenía un terrible miedo a hablar, entonces le alcanzamos un títere, con el cual ella no sólo empezó a reirse sino que también lo hizo hablar", agregó Copello. Probablemente esto mismo se hubiera conseguido sin actores, pero quizás hubiera necesitado más tiempo.

Las experiencias del espacio de juego demuestran claramente que favorece una mejor y más eficiente comunicación no sólo entre los internados y sus familiares, sino también con el personal de la institución.

Sobre la experiencia interdisciplinaria del Hospital Provincial el próximo lunes, a las 20, la actriz Laura Copello ofrecerá una charla gratuita en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia.

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"Conectamos a los niños con sus fantasías".

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