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 miércoles, 23 de julio de 2003

Pasó 14 horas preso y le dieron una paliza en la comisaría 19ª
Acusan a dos policías por apremios
El denunciante dijo que fue detenido cuando estaba cerca de su casa por no llevar documentos

Caminar a las 2 de la mañana por una oscura avenida de la zona oeste de la ciudad y sin documentos le valió a Oscar Dante Pavón terminar detenido en la comisaría 19ª durante 14 horas y recibir una golpiza que le dejó hematomas en un brazo y la espalda. Tras el mal momento vivido, el hombre, de 38 años, presentó la denuncia en la fiscalía en turno y en la División Judiciales de la Jefatura. En sus presentaciones no escatimó detalles y dejó asentado el apellido de los dos policías a los que acusa.

Todo se inició la madrugada del domingo. Tras estar en la casa de su suegra Pavón fue hasta el carribar ubicado en Campbell y avenida Presidente Perón. Allí compartió un par de horas con un grupo de amigos y a las 2 de la mañana empezó a caminar las ocho cuadras que lo separan de su casa, en Gaboto y Liniers. Había hecho "unos cien metros", según contó el hombre cuando "desde uno de los dos patrulleros que tiene la seccional 19ª" le dieron la orden de detenerse. "Parate ahí", se escuchó desde el vehículo y, sin nada que ocultar, Pavón acató el pedido. Entonces "el chofer del móvil bajó" y lo encaró.

Estaban sobre la vereda, en un sector muy oscuro, cuando el policía empezó a indagar a Pavón. "¿Tenés documento?, ¿de dónde venís?, ¿a dónde vas?", recordó el hombre agredido. Tras ello, y una vez que Pavón les dijo que no llevaba consigo los documentos y que estaba regresando hacia su casa, el policía que lo cuestionaba le dijo que iba a tener que detenerlo sin darle más explicaciones.

"Le pregunté por qué me iba a llevar preso y me respondió que no le contestara, que no hiciera preguntas, y me agarró de un brazo para meterme en el patrullero", dijo Pavón, quien así comenzaba las peores 14 horas de su vida.

"Cuando llegamos a la comisaría 19ª le gritaron a uno de los que estaba en la guardia algo así como que estaba preso por el 55", dijo el hombre en referencia a un código que los policías utilizan para hablar de quienes son apresados en buen estado y no tienen motivo aparente de detención, según confió un vocero policial.

Tras ello, el hombre fue empujado al piso de un pasillo donde los policías empezaron a pegarle "con el baritón y los pies en la espalda y los brazos" a la vez que lo insultaban. "Les gritaba que paren, que no me pegaran más pero ellos no me oían y me decían que así iba a aprender a tratar con ellos". Todo terminó segundos después cuando desde la guardia se escuchó otro grito en código: "qap", dijeron para referirse a "no hablar y parar lo que se hace".

Así las cosas, Pavón fue encerrado en una habitación que los agentes llamaron "freezer" y allí permaneció doce horas. "A las 4 de la tarde del domingo, después que no me dieron nada para tomar ni comer, el nuevo tercio que estaba en la guardia me llamó, me fichó por una causa que aún desconozco y me dijo que me podía ir".

Esa fue la primera vez en sus 38 años que Pavón estuvo preso. Este pintor, padre de cuatro chicos, carga ahora con una causa "sin sentido que me van a tener que sacar porque las cosas no van a quedar así", dijo a La Capital.

Por eso, por su decisión de poner las cosas en orden, Pavón presentó la denuncia ayer en la fiscalía en turno y en la División Judiciales de la Jefatura, de donde lo derivaron a un médico forense que deberá visitar hoy. Allí dejó asentado los apellidos de los policías a los que acusa: "el agente Amado y el cabo primero Sandoval".

Esos nombres no son desconocidos para Pavón ya que gran parte de sus afectos están ligados a la policía. Su padre es un agente retirado que oportunamente revistó en la seccional donde estuvo preso y su cuñado aún presta servicios allí, aunque en otro tercio. "En mi época esto jamás pasaba. Nosotros podíamos detener a alguien por averiguación de antecedentes pero jamás pegarle como lo hicieron con mi hijo. Y además, ¿por qué lo ficharon?, ¿qué causa le inventaron?", se preguntó el papá del hombre golpeado, quien se entrevistó la noche del lunes con el subjefe de la seccional, subcomisario Abelardo Chazarreta y recibió por toda respuesta: "Son chicos nuevos y se les fue un poco la mano".

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Oscar Pavón y su padre contaron el episodio.

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