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 miércoles, 23 de julio de 2003

Uday y Qusay, en el régimen del terror
Ayudaron a su padre a mantener durante casi 30 años el poder en Irak con métodos violentos

Bagdad. - Los dos hijos de Saddam Hussein, Uday y Qusay, ayudaron a mantener el reino de terror del dictador iraquí durante su férreo control del país, que duró casi 30 años. Uday, de 39 años, el hijo mayor de Hussein, era conocido por su brutalidad y su obsesión por el alcohol, las joyas, los autos y las mujeres. El brillante hijo con reputación de díscolo don Juan se diplomó de ingeniero de la universidad politécnica de Bagdad y obtuvo luego un doctorado de Ciencias Políticas, donde se destacó sobre todo por los excesos y la persecución de jóvenes mujeres. En su tesis doctoral, Uday predijo alguna vez la caída de EEUU como superpotencia.

Uday sentía una enorme atracción por los asesinatos, pero perdió el favoritismo de su familia cuando golpeó a un sirviente de la casa hasta causarle la muerte. Sin embargo, seguía perfilándose como el heredero de su omnipotente padre hasta que fue baleado y herido gravemente por los shiítas en un intento de asesinato el 14 de diciembre de 1996, lo que cuestionó su autoridad dentro de la elite gobernante. Incluso dentro de su propia familia fue considerado "una bala perdida", un hombre que tenía una horrenda reputación por su despiadada brutalidad y que había asesinado o mutilado a varias personas con sus propias manos.

Udai -que en la baraja de las 55 personalidades iraquíes más buscadas por Washington era el As de Corazones- era un apasionado del Internet, los autos (tenía unos 100 vehículos de colección, entre ellos 20 Rolls Royces), la tortura, las armas, las joyas y las mujeres. Uday era considerado un "playboy", en cuya vivienda se encontraron tras la caída de Bagdad abundantes cajas de alcohol y armas, así como automóviles de lujo e imágenes de mujeres semidesnudas. "Pasaba gran parte del día en Internet visitando los sitios de las Organizaciones No Gubernamentales para informarse sobre los más sofisticados métodos de tortura, especialmente en América del Sur, y cuando no entendía el texto en español, imprimía las fotos", dijo un ex colaborador suyo.

El piso del gimnasio de Udai, en el complejo presidencial, que tenía una cantidad impresionante de aparatos de musculación, estaba cubierto por decenas de páginas de Internet impresas sobre el tema. El ex colaborador afirmó que Udai no torturaba él mismo, pero sí asistía a las sesiones de tortura en una prisión situada a 50 km al sur de Bagdad, manejada por los Fedayín de Saddam, organización controlada por él. Una vez, lanzó desde el piso 14 a un hombre que no le pagó por los servicios prestados, reveló el hombre.


Una broma cruel
Durante el gobierno de Hussein, Uday tuvo un poder enorme y aplicó el terror más allá de sus modestos títulos de presidente del Comité Olímpico Iraquí y de la Asociación Nacional de Fútbol. El otro cargo que ocupó -considerado casi una broma cruel- fue el de presidente del Sindicato de Periodistas, y era dueño del periódico más importante de Irak, Babel, y director del canal de televisión más popular del país, Shebab.

Con los paramilitares Fedayín de Saddam, Uday poseía como comandante una propia base de poder y una suerte de garantía de supervivencia en vista de los numerosos enemigos. Estas milicias causaron temor y espanto entre otros con la decapitación de prostitutas. Uday también dirigió un imperio del contrabando durante la época de las sanciones impuestas por las Naciones Unidas y de esa manera amasó millones para su propia fortuna y la de su familia.

Sin embargo, Uday ganó muchos enemigos por su implacable conducta y por vivir en la mayor riqueza, mientras la población del país padecía penurias bajo las sanciones económicas impuestas por la ONU a Irak después de su invasión a Kuwait, en 1990. Al interior del clan presidencial, el hijo mayor siempre ocasionó disputas familiares. En 1988 mató al catador de alimentos de su padre, y en agosto de 1995 le disparó en la pierna al medio hermano de Saddam Watban Ibrahim. Poco después su cuñado Kamil se habría sentido amenazado hasta tal punto que decidió huir a Jordania. Según diversos reportes, Uday contrajo matrimonio con la hija menor de edad del medio hermano de Saddam Barsan solamente para expulsarla inmediatamente después y humillar a su tío. Oficialmente Uday estaba casado desde 1988 con la hija de Isset Ibrahim el Duri, representante de Saddam en el Consejo del Comando Revolucionario.

Posiblemente debido a la discapacidad de su hermano mayor tras el intento de asesinato en 1996 -Uday recién pudo volver a caminar sin muletas en el verano de 1999-, Saddam ungió a su hermano dos años menor, Qusay, como su sucesor y jefe de los aparatos de seguridad. En 2001, Qusay accedió además a la conducción del Partido Baas. Nacido en 1966, Qusay mantuvo siempre un perfil mucho más bajo y era considerado una persona más tímida que su hermano, pero después que Uday fue herido en el atentado de 1996, se encargó de la jefatura de sectores vitales de las fuerzas armadas y del temido aparato de seguridad del gobierno iraquí. Qusay controlaba las tropas de élite de la Guardia Republicana, los servicios de inteligencia y una fuerza especial que brindaba seguridad personal a Hussein, lo que lo convirtió en el segundo hombre más poderoso del país.


"Callado y calculador"
No obstante, diplomáticos dijeron que -como su padre- Qusay era despiadado con sus oponentes y tuvo un papel muy destacado en aplastar una rebelión en 1998 y asesinar a los disidentes. "Uday era vulgar, pero Qusay era callado y calculador", dijo la madre de uno de sus compañeros de aula sobre los hermanos en el libro del autor palestino Said Aburish: "Saddam Hussein: la política de la venganza", una biografía del ex líder iraquí.

Diplomado en Derecho en la universidad de Bagdad, estaba casado y tenía tres hijos. Casi nunca apareció en televisión, y logró preservar celosamente su vida privada. En mayo de 2001 asumió uno de los dos puestos de adjunto al jefe del Buró Político del Baas. Su ingreso al partido en el poder le confirió responsabilidades más amplias y le dio la ocasión de participar en la toma de decisiones políticas y de ampliar su influencia en las fuerzas armadas. Qusay participaba en todas las reuniones militares presididas por su padre para preparar al país y las fuerzas armadas para la guerra. En la baraja elaborada por el Pentágono en abril pasado en la que se identificaba a cada uno de los responsables iraquíes con una carta, el hijo menor de Hussein era el As de Tréboles.

Tanto Uday como Qusay se mantuvieron en el centro del poder y permanecieron siendo instrumentos que su padre usó para mantener el control del país con métodos violentos. Después de que las tropas estadounidenses y británicas derrocaron este año a su padre, Uday y su hermano menor, Qusay, desaparecieron, pero aparentemente se refugiaron dentro de Irak. (Reuters, AFP y DPA)

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Fotografía sin fecha de Uday y Qusay.

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