Central va por puntos a la casa de Chaca

Alejandro Cachari / La Capital

Buenos Aires (enviado especial).- Buscándole la vuelta al bajón futbolístico. En eso está Central. Sobre ese ítem en particular trabajó Miguel Angel Russo durante toda la semana. Y esta tardecita se verán los resultados. No será una prueba límite, ni nada que se le parezca. Sí, en todo caso una puesta en escena levemente distinta a las anteriores para intentar retomar el rumbo que depositó al equipo en la cima de la tabla en las primeras fechas del Clausura.
Chacarita será el tester. Un equipo duro, de gran despliegue físico, con un mediocampo muy respetable, un enganche de futuro y un par de delanteros como para no descuidarse. El talón de Aquiles funebrero está del medio hacia atrás.
Los canallas no ganan desde el clásico. A esta altura una especie de karma que genera una pequeña molestia en la autoestima del plantel. No quieren que se repita lo del Apertura, pero el solo hecho de pensarlo genera presión.
Un tropezón muy fuerte en cancha de Vélez, una actuación híbrida en casa frente a Colón -fundamentalmente en el resultado- y el compromiso de hoy.
La variación en el sistema defensivo debería compensar a Central, pero las circunstancias del juego serán las que lo determinen. Todo es absolutamente relativo, pero no debe desconocerse el movimiento que provoca el entrenador buscando una mejoría. Lo que conlleva la lógica conclusión de que algo no anda bien.
"No quiero jugar más mano a mano. Va a ser el tercer partido en que nos hacen hombre con los delanteros. Nos pasó con Vélez, con Colón y ahora nos va a suceder con Chacarita. Nos meten mucha gente en el medio y quedamos un poco desnivelados. Son partidos en los que no hay que dejar espacios", dijo Russo el miércoles tras la práctica en Palos Verdes, antes de explicar el porqué de los cambios posicionales que tendrá el equipo hoy.
"Buscaremos tomar al hombre en la zona, los laterales se sumarán al medio según por dónde venga la jugada. No quiero dividir la pelota, no quiero jugar más mano a mano. También tiene que ver con que los rivales al marcarnos hombre a hombre y al ponernos mucha gente en el medio nos tomaron los hombres de punta y nos quitaron volumen de juego. Todo eso lo tenemos que contrarrestar. No tengo lateral. Con Talamonti por ahí sufro, Fassi no se me acomoda, le cuesta. Dentro de lo que tenemos estamos obligados a buscar la mejor solución. Hoy por hoy, esta es la que tengo al alcance de la mano. Pero no resignamos nada. Este equipo ataca, pero también tiene que saber defenderse. Que Ferrari y Papa jueguen 10 metros más atrás o 10 metros más adelante es lo mismo".
Con la declaración de Russo no hace falta más presentación para un partido que se prevé cerrado si no lo abre un gol tempranero. Central cambia ante Chacarita. Busca compensarse. Romper el cerrojo que lo tiene atrapado. Los canallas llegan por puntos a San Martín. Será una dura tarea.

Russo hace de utilero y carga con las pelotas.