Año CXXXVI
 Nº 49.772
Rosario,
miércoles  05 de
marzo de 2003
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Desenlace de violentos casos delictivos en calles de Empalme Graneros
Caen los acusados de robar y balear a sangre fría a un comerciante
Lo hicieron arrodillar y le tiraron delante de su esposa, hace 13 días. Viven a tres cuadras de sus víctimas

La investigación del brutal ataque a un comerciante de Empalme Graneros, al que dos maleantes pusieron de rodillas antes de dispararle un escopetazo a quemarropa que lo colocó al borde la muerte, tuvo ayer su primer avance concreto con la detención de un adolescente de 16 años y de un muchacho de 28. Según fuentes vinculadas al caso, el menor de edad habría reconocido ser el autor del disparo, pero esto fue puesto en duda por los mismos pesquisas, ya que consideran a esa virtual confesión como una táctica para hacer recaer toda la responsabilidad en una persona que podría ser declarada inimputable por la Justicia.
Los jóvenes fueron detenidos ayer a la mañana por agentes de la Brigada de Homicidios en sus respectivos domicilios de José Ingenieros al 3500 y Urdinarraín al 6900. Esos sitios quedan a unos 300 metros del lugar donde ocurrió el asalto, es decir que los sospechosos son vecinos de la víctima. La policía llegó hasta ellos en base a los testimonios que coincidían en señalar a los autores del ataque con sus apodos de Bomba y Bocón. El primero es menor de edad y autor confeso del disparo. Un alta fuente policial contó que hasta llegó a reconocer que había armado la tumbera, escopeta casera con la que se hizo el disparo, y que se deshizo de ella tras el hecho.
El menor ahora quedó a disposición del juez Jorge Cartelle, mientras que el adulto será indagado por robo calificado y lesiones graves por Alejandra Rodenas, titular del juzgado de instrucción de la 2ª Nominación.
El episodio por el cual están acusados Bomba y Bocón ocurrió el 20 de febrero alrededor de las 23, en una despensa familiar ubicada en Provincias Unidas al 1200 bis. El negocio es atendido por José Luis Scolastrichi y su mujer, Isabel. Ese día dos jóvenes llegaron con supuestas intenciones de comprar algo, mientras la pareja miraba televisión.
Al sonar el timbre del negocio, Isabel se levantó para ir a atender, pero como era tarde la acompañó José Luis por seguridad. La mujer se encontró con dos muchachos que fingieron ir a comprar algo. Isabel se confió y les abrió la puerta. Enseguida, uno de ellos le puso un cuchillo en el cuello. El otro esgrimía una escopeta casera armada con un caño galvanizado y un pedazo de madera como soporte.
Así, la pareja fue conducida hacia el interior de la casa, donde comenzó la pesadilla. En una de las habitaciones hicieron poner de rodillas a José Luis, mientras revolvían todo en busca de dinero. Los maleantes se pusieron más nerviosos porque no conseguían plata y entonces increíblemente le dispararon al hombre que estaba arrodillado. Isabel se arrojó sobre el que disparó y en el forcejeo lo desarmó. El delincuente juntó los pedazos de la rudimentaria arma y huyó junto a su cómplice.
A partir de ese momento, Scolastrichi fue llevado en grave estado al Policlínico Eva Perón. Se recuperó casi de milagro y ayer seguía allí, en una sala común. La Brigada de Homicidios y la seccional 20ª establecieron en la investigación que dos vecinos de la víctima, Bomba y Bocón serían los autores del ataque. "Los testimonios coinciden en que fue Bocón, pero el que confesó fue el menor. Incluso dijo que había armado la escopeta y que la tiró desarmada por algún lugar. Suponemos que lo hace porque sospecha que en Tribunales pueden ser más contemplativos por ser menor", subrayó una fuente policial.



Isabel, esposa de José, trató de desarmar a los ladrones.
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