El técnico de Atlético Nacional de Medellín, Alexis García, quería que se quedara en su equipo porque, según le dijo, esperaba que explotara con todo en el torneo colombiano que empezará hoy. Es que Martín Echeverría empezó a ser conocido por los hinchas paisas en la Copa Sudamericana, en un equipo que anduvo muy bien hasta que jugó la final con San Lorenzo, decepcionando en el partido de ida jugado en Medellín, al punto que los santos lo golearon 4 a 0 y después fue imposible remontarlo en Buenos Aires, donde igualaron sin goles.
Y Echeverría comparó ese partido con aquel famoso Argentino 0-Colombia 5, por las eliminatorias del Mundial de Estados Unidos 94, que determinó la histórica clasificación del conjunto de Valderrama y compañía. "¿Vos le encontrás explicación a ese partido? Yo tampoco a este. Fue increíble. Simplemente después del primer gol la hinchada empezó a cuestionarnos duramente y no pudimos evitar la confusión".
El centrodelantero colombiano introdujo así el tema de su fútbol contaminado en aquellos años dorados de la selección de Maturana por las mafias y el narcotráfico, algo que según él, "fue arrancado de raíz. Muchos equipos que tenían a la mafia por dentro las han combatido, pero eso no es propio de Colombia. En todo el fútbol del mundo y en el de otros deportes también donde haya dinero de por medio, la mafia existe".
Echeverría también se refirió a la delicada situación social que atraviesa un país dividido por la guerra del narcotráfico, y las guerrillas de derecha e izquierda junto al poder oculto de Estados Unidos. "Es muy difícil la vida allá. A uno le parece muy normal lo que pasa, si alguien pone un petardo en un lugar público o si le roban. Vas perdiendo la capacidad de sorpresa. Lo que alcanzo a percibir en estos días en Argentina es que es más tranquilo".
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La Ciudad
