Año CXXXVI
 Nº 49.701
Rosario,
domingo  22 de
diciembre de 2002
Min 22º
Máx 29º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





El mejor jugador del año de Rosario Central ante una posible transferencia
Daniel Díaz, sobreviviente del contexto
El catamarqueño habló de todo: el descenso, la ida de Menotti, la llegada de Russo, las chances

Alejandro Cachari / La Capital

Tanto esperar para que después todo se precipite. Tantas inferiores para que el momento culminante de la carrera de un futbolista se escurra sin remedio y viaje raudamente al mundo poderoso. El que no tiene la fábrica sin chimeneas, como alguna vez se calificó a aquellas gloriosas divisiones menores de Newell's y Central, pero cuenta con el poder económico que en otros lugares se dilapidó. Tanta inversión para que, cuando llega el momento del mayor disfrute, haya que conformarse con verlos, de vez en cuando, por TV. Como pasa con los hijos: la mayoría de los padres viven para ellos hasta que están en condiciones de volar. Y llegan tiempos de soledad que pasan cuando llegan los hijos de los hijos. Todo se recicla. No es una historia diferente la del catamarqueño Daniel Díaz. El Cata, la figura del año futbolístico rosarino está entre dos fuegos. Ambos apetecibles, añorados; pero sólo deberá conformarse con uno. El sueño consumado de llegar a la primera de Rosario Central está consumado. El gran paso al fútbol internacional está a la vuelta de la esquina. Su temperamento oscila entre las ganas de ponerle el pecho a las balas para escaparle al fantasma del descenso y a la lógica necesidad de asegurar el futuro económico de toda su familia.
-¿Cómo calificás tu año?
-Fue bueno. En este último torneo particularmente arrancamos muy bien. A mí después me tocó una lesión de la que me costó un poco salir, pero después terminé bastante bien.
-¿Cómo se compatibiliza la consagración como el mejor del año con la actualidad que esta padeciendo la institución?
-El club no está pasando un buen momento. En lo económico todos están mal, pero en lo futbolístico habíamos arrancado muy bien y después nos fuimos quedando. Sobre el final intentamos revertir lo que nos había pasado a mitad de campeonato y fue positivo. Con una pretemporada bien fuerte tenemos chances de hacer las cosas mejor en el campeonato que viene para dejar de hablar del descenso.
-Debe ser difícil para vos saber que si te venden gran parte de tu futuro está asegurado, pero dejarías a Central en el medio de un camino lleno de espinas.
-Es complicado hablar de este tema, pero va a ser como Dios quiera. Si viene alguna oferta será evaluada por los dueños del pase, por el club y por mí. Sería lindo quedarme estos seis meses para poder aportarle al equipo lo máximo. Va a ser un año muy duro y por ahora no hay novedades de ninguna transferencia.
-Más allá de que no existan pedidos, se supone que en tu casa la transferencia debe ser uno de los temas de conversación.
-Todo jugador tiene el sueño de jugar en primera, yo lo cumplí en Central. Después hacemos todos lo mismo: tratamos de hacer bien las cosas para progresar. No sería sincero si te dijera que no pienso en una transferencia.
-¿Ya pensaste cómo será vivir en el exterior, el desarraigo, en todo lo que dejarías?
-Pensé mucho cuándo será el momento, pero sinceramente no me puse a pensar que haría, o cómo me sentiría. Cuando se dé habrá tiempo para eso.
-¿Estás en el lugar que pensabas cuando ingresaste al mundo del fútbol?
-En lo económico no tengo quejas, pero quisiera que fuera mejor para darle más cosas a mi familia. Con una transferencia estaría más tranquilo.
-De todas maneras, la situación que vive el país te ubica en una posición social casi de privilegio.
-El país está muy mal y el club también. No es lo ideal, pero siempre pienso que las cosas van a ir mejorando para que Central salga adelante.



El Cata Díaz es un pilar de la estructura defensiva.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
La delgada línea de los números
Una cuestión de creencias
Sin margen para el error
Diario La Capital todos los derechos reservados