Nueva York. - Al día siguiente de un aplastante triunfo electoral del partido gobernante, Estados Unidos presentó un nuevo borrador de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que le concede a Irak la "última oportunidad" para eliminar sus supuestas armas de destrucción masiva. Seguramente si las elecciones del martes hubieran arrojado otros resultados el tono de las exigencias sería otro, pero George W. Bush no perdió tiempo y salió al campo de juego con todo.
Estados Unidos da a Irak un claro ultimátum de siete días para aceptar los términos de la resolución, una vez que ésta sea adoptada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Asimismo, la iniciativa otorga 30 días para que Irak declare su "disposición total" a cumplir con lo dispuesto en la resolución. En el proyecto se advierte al presidente iraquí, Saddam Hussein, que un incumplimiento de las disposiciones contenidas en la resolución sobre inspección de sus instalaciones militares tendrá "graves consecuencias" para este país. La segunda lectura de este término es, según los expertos, una eventual operación de castigo británico-estadounidense sin consulta previa a Naciones Unidas, dijeron analistas.
Los funcionarios estadounidenses estuvieron trabajando en el borrador esta semana, luego de que Francia y Rusia se opusieran a la versión anterior, que según ellos permitiría a Estados Unidos utilizar automáticamente el uso de la fuerza contra Irak en caso de incumplimiento. El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Yuri Fedotov, señaló que su país considera ante todo indispensable obtener que la nueva resolución no mencione la utilización automática de la fuerza, en caso de violación del régimen de las inspecciones por parte de Bagdad. El embajador estadounidense John Negroponte confirmó que Washington pretende que el viernes se vote la propuesta.
Estados Unidos y Gran Bretaña hicieron un gran ejercicio de semántica al señalar en el texto no sólo la mención de que Bagdad viola actualmente las disposiciones en materia de desarme de la ONU, sino también al establecer una escala gradual de posibles violaciones, que acarrearía consecuencias militares a Bagdad. El uso del término "violación material" de las disposiciones de la ONU sobre desarme motivó fuertes controversias en el seno del Consejo, dado que para algunos miembros contenía implícitamente "el gatillo" que permite a Estados Unidos lanzar un ataque unilateral contra Bagdad sin solicitar autorización previa al Consejo de Seguridad de la ONU. Si se determina que Irak falta a su palabra y realiza falsas declaraciones sobre sus arsenales, se adjudicará la calificación de "nueva violación material" de la resolución sobre desarme.
El borrador estipula las condiciones para llevar a cabo un "régimen extenso de inspección" con el fin de completar un examen "profundo y verificado del proceso de desarme", que se inició en 1991, con la primera guerra del Golfo, tras la invasión por el ejército de Saddam Hussein al vecino Kuwait.
Por otra parte, el ministro iraquí de Comercio, Mohammed Mahdi Saleh, pidió ayer a Francia que utilice su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU (formado además por Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña) para oponerse al proyecto estadounidense. La última vez que Francia utilizó su derecho a veto en el Consejo de Seguridad fue en 1956, durante la crisis del canal de Suez, en Egipto.
Sin embargo, desde la oficina del primer ministro británico, Tony Blair, se destacó que Gran Bretaña y EEUU están más cerca que nunca de lograr el apoyo de Francia para la nueva resolución de Naciones Unidas. "Estamos más cerca de este objetivo de lo que hemos estado hasta ahora", señaló un portavoz de Blair. En tanto,aviones estadounidenses y británicos bombardearon ayer en el sur de Irak tres sitios de defensa aérea. (DPA y Télam)
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