La agenda del establishment

Aunque el ex presidente de Telecom Juan Carlos Masjoan arrancó pasando factura sobre el cambio de las reglas de juego que "significó una abrupta, arbitraria y absurda transferencia de riqueza", las deliberaciones del 38º coloquio de Idea que se observó ayer en Mar del Plata transitaron por un tono de mesurado análisis y contemplación con la política económica del gobierno, salpicado por una generalizada incertidumbre sobre la gobernabilidad del país y el riesgo de que la incapacidad de avanzar en las transformaciones derive en alguna fórmula de autoritarismo.
Desde el inicio quedó a la vista que la edición 2002 del coloquio de Idea iba a ser totalmente diferente que las anteriores. En primer lugar por la cantidad de participantes, que no llegó a los 400. También por la escasa presencia de propietarios de empresas y, en especial, por el abrupto desalojo de los tradicionales gurúes económicos del establishment.
Tampoco están los panelistas extranjeros. Los organizadores explicaron que no se trata de un tema de costos por la devaluación: "Los problemas esta vez son bien nuestros", dijo Oscar Vicente, presidente de Idea. Quienes aportaron poco y nada fueron los políticos, habituales concurrentes a este tipo de encuentros, si bien hay algunos anotados que seguramente arribarán hoy a Mar del Plata.
Sin embargo, el análisis político captó la atención durante la primera jornada. Dramático fue el historiador Natalio Botana, quien marcó la existencia de "un grave proceso de fragmentación de partidos, instituciones y ordenamiento general del Estado" y advirtió que "es un error garrafal pensar en una democracia sin partidos" .
Aunque estaba anunciada, la presencia del presidente Eduardo Duhalde quedó finalmente descartada por cuestiones de agenda. En rigor, el jefe de Estado jamás tuvo buen feeling con la gente de Idea.
Sí estará Roberto Lavagna, quien de arranque ya sacó aquí un aprobado. Las críticas a la devaluación se transformaron en serena reflexión a la hora de analizar la situación económica del país. Aún señalando las debilidades del veranito y sin dejar de remarcar las cuentas pendientes en materia de ajuste del gasto público, las manifestaciones de los líderes empresarios dieron un voto de confianza a la gestión ministerial, en especial Algunos de los más entusiastas llegaron a aventurar que el ministro vendrá mañana a Mar del Plata para anunciar la prometida rebaja del IVA o un mayor descuento para las compras con tarjeta de débito.
G.G.