Año CXXXV
 Nº 49.655
Rosario,
jueves  07 de
noviembre de 2002
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Leopoldo Russo sufrió un infarto luego de una vida de traiciones e intrigas
Murió un ex juez de la dictadura tras ser escrachado
Había sido careado con la madre de un joven que, cuando desapareció, era el novio de su hija

El ex juez federal Leopoldo José Russo, nombrado en 1976 por la dictadura militar, murió ayer de un ataque cardíaco cuando salía de los Tribunales platenses, luego de ser careado con la madre de un joven desaparecido (que hubiera sido su yerno) y de enfrentarse a gritos con miembros de organismos de derechos humanos, en el marco de las audiencias de uno de los juicios por la Verdad. Fue el epílogo de una historia cargada de traiciones e intrigas.
"¡Son todos una manga de comunistas y mentirosos!", fue lo último que se le escuchó vociferar en público a Russo (de 80 años). Había logrado superar un careo que, según fuentes judiciales, tuvo "características violentas" pero no pudo refrenar su ira ante el generalizado repudio en su contra por parte de los presentes a la audiencia. A los pocos minutos se desplomaría en la vereda con el corazón destrozado.
Russo había sido citado por la Cámara Federal de La Plata, que intenta determinar el destino de más de dos mil víctimas de la dictadura, en procura de que aporte elementos que permitan conocer el destino final del desaparecido Daniel Carlos Ponti. Al salir del Palacio de Justicia, y luego del altercado referido, el ex magistrado cayó al piso a causa de un infarto. Si bien fue trasladado al hospital San Martín, falleció antes de que pudieran someterlo a maniobras de reanimación.
A raíz de ello, la Cámara Federal de La Plata y el fiscal Félix Crous presentaron una denuncia ante el juez de turno, Arnaldo Corazza, para que se investigue "la posible comisión de un delito".
En el careo de ayer, Ruso estuvo frente a frente con la madre de Ponti (secuestrado el 25 de noviembre de 1976, cuando tenía 19 años), Gladys María Harvey. El caso presenta detalles sorprendentes: Cuando desapareció, Ponti era novio de una de las hijas de Russo, Cintia; además el padre del joven fue compañero de colegio de ex magistrado. Otro dato que no dejó de llamar la atención fue que Russo tenía un sobrino desaparecido.

Cuando la amistad no es lo primero
Ante la relación que había entre ambas familias, la mujer contó en una declaración anterior que en procura de encontrar a su hijo presentó un hábeas corpus en el juzgado de Russo, pero que éste le dijo: "Mirá Gladys, con respecto a mi sobrino sé que está muerto, pero con respecto a tu hijo no tengo noticias".
También sostuvo que "Russo tenía una gran amistad con Ramón Camps" y se quejó porque "nadie habla de las complicidad de los civiles (con la dictadura), ni tampoco de los civiles que manejaban la ley".
En una anterior declaración Russo había asegurado que "nunca jamás" se había reunido con Harvey. Ayer mantuvo esas afirmaciones frente a quien pudo haber sido su consuegra: "Ratifico lo que dije; la señora está totalmente confundida. Jamás la recibí en el juzgado. Conmigo no habló nunca". Más tarde agregó: "Creo que está divagando".
Pero Harvey ratificó sus dichos: "Tuvimos varias conversaciones; puedo cometer un solo error. No recuerdo si la reunión fue a fines de 1977 o en 1978, pero fue una reunión a nivel amistoso. Le pregunté si sabía algo de mi hijo y él incluso habló sobre su vínculo con los jefes de la represión".
En ese momento el tribunal dio por terminado el careo. Cuando Russo se retiraba fue interceptado por militantes que, a los gritos, lo acusaron de ser "cómplice, colaborador de los milicos"; "cien años de cárcel para vos" y "a mí me rechazaste los hábeas corpus". Como toda respuesta Russo les espetó: "Son todos unos comunistas, mentirosos y cobardes".
Retirado por un grupo de policías y por el presidente del tribunal, Antonio Pacilio, Russo ingresó al ascensor tocándose el pecho. En la explanada del edificio su corazón se detuvo y cayó al piso.
Leopoldo Russo fue nombrado juez federal de La Plata en agosto de 1976 por la junta militar que encabezaba Jorge Videla. Según la APDH de La Plata, recibió en su juzgado más de 200 hábeas corpus en dos años, de los cuales rechazó 78, algunos de ellos con la obligación del pago de costas para los familiares de las víctimas.
Consultado sobre su nombramiento en una audiencia anterior, Russo contó lo siguiente: "El Ministerio de Justicia quería un socialista; yo había militado en el socialismo desde chico". También subrayó que no tenía "nada que esconder" y sostuvo que integraba un "grupo de amigos" que accedieron a cargos públicos tras el golpe del 76, entre ellos el general Camps. Como antecedente, Russo recordó que se había convertido en juez del Tribunal Laboral Nº1 tras el golpe de Estado de 1955.
La muerte de Russo dará lugar a un proyecto de ley para que se penalicen los escraches. Será presentado por el diputado nacional santafesino Carlos Castellani (Ucedé). El legislador consideró que "una cosa es manifestarse en paz y otra atentar contra las personas, psíquica o físicamente, provocando riesgo de vida, lo que merece un agravamiento adicional de la pena".



"¡Son comunistas y mentirosos!", su última frase.
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