Año CXXXV
 Nº 49.652
Rosario,
lunes  04 de
noviembre de 2002
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Por primera vez en la historia de Turquía gobernará un partido islamista
El AKP dispondrá de una amplia mayoría en el Parlamento y no tendrá necesidad de formar una coalición

Estambul/Ankara. - Por primera vez en los 79 años de la historia de la república turca los islamistas, en la variante moderada del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) del ex alcalde de Estambul Recep Tayyip Erdogan, están ante un triunfo histórico. El AKP ganó ayer las elecciones legislativas de Turquía con el 34,6% de los sufragios, según proyecciones tras el conteo de más del 75% de los votos. El primer ministro saliente, Bulent Ecevit, reconoció la derrota: su partido virtualmente colapsó y logró apenas algo más del 1% de votos. De esta manera, el partido liderado por Erdogan dispondrá de una amplia mayoría en el Parlamento de 550 bancas y podrá gobernar Turquía sin la necesidad de formar una coalición.
El Partido Popular Republicano (CHP, socialdemócrata), liderado por Deniz Baykal, consiguió el 19,2% de los votos y será la oposición. Ningún otro partido, incluyendo a los tres que forman la coalición gubernamental del primer ministro Bulent Ecevit, superaría el 10% requerido para obtener escaños en el Parlamento.
Aún si el Partido de la Recta Vía (DYP), de la ex primera ministra conservadora Tansu Ciller, lograra representación parlamentaria, el AKP podrá formar gobierno solo. Esto lo consiguió en Turquía por última vez el reformista económico Turgut Ozal hace 20 años.
Erdogan destacó el curso proeuropeo de su partido, y que el AKP está a favor de la integración económica mundial y es respetuoso de todos los estilos de vida. Asimismo señaló que tiene previsto continuar con el programa de saneamiento económico junto con el Fondo Monetario Internacional (FMI). "Dios mediante, una nueva página blanca será abierta para Turquía", destacó el ex gobernador de Estambul, en referencia a la abreviatura de su partido que significa blanco o limpio en turco. Asimismo, Erdogan dijo que la voluntad del pueblo debe ser respetada.
Los resultados de los comicios significan un importante cambio en el escenario político turco. La principal víctima aparentemente es el primer ministro Bulent Ecevit, quien presenció el colapso de su Partido Democrático de Izquierda (DSP). En 1999 logró el 22,2% de los votos, mientras que en las elecciones de ayer deberá estar conforme si consigue el 1,5%.
Los socios en la coalición de gobierno de Ecevit -el conservador Partido de la Madre Patria (Anap, proeuropeísta), de Mesut Yilmaz, y el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP)- también lograron resultados adversos en los comicios.
Los observadores habían pronosticado que el electorado, 41 millones de personas, iba a penalizar a los partidos de la coalición por las persistentes consecuencias de la grave crisis económica que azotó al país el año pasado.
La jornada electoral transcurrió en relativa calma, si bien se registraron algunos incidentes. Bajo estrictas medidas de seguridad se llevó a cabo la votación en las provincias del sudeste del país, habitadas mayoritariamente por kurdos. En altercados ocurridos delante de locales electorales hubo varios heridos. Mientras, en la provincia de Kahramanmaras, una mujer y dos de sus hijos fueron asesinados a tiros poco después de emitir su voto. El marido y un tercer hijo resultaron heridos de gravedad y fueron ingresados en un hospital. Se sospecha que el ataque fue por una disputa por tierra.
En esta elección general, la número 14 desde que la república de Turquía fue creada en 1923 sobre la base del antiguo Imperio Otomano, estuvieron presentes por primera vez observadores electorales internacionales.
Por otra parte, las trabas jurídicas, con las que los defensores de la estricta separación de Estado y religión pretendían frenar a Erdogan y su partido, no tuvieron efecto. El sistema político de Turquía está ante una dura prueba en vista de la revolución política que se inicia. Ahora Erdogan y sus islamistas ("Somos un partido conservador y democrático") deberán demostrar que aprendieron de los errores del primer jefe de gobierno islamista Necmettin Erbakan, que fue sacado de su cargo por el ejército turco hace cinco años.
Todo esto bajo el supuesto de que el poderoso ejército turco y la élite creada por el fundador de la república, Kemal Ataturk, dé su apoyo y no adopte desde el inicio un camino de confrontación. (DPA)



Simpatizantes del AKP, a puro festejan en Ankara.
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