El vicejefe de Gabinete, Eduardo Amadeo, afirmó ayer que la Argentina entró en la "etapa final" de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), relativizando las posibilidades de ruptura con el organismo. Aún así, se pronunció en contra de firmar "cualquier acuerdo" y señaló que el Ejecutivo deberá decidir cómo se atenderá el pago de los próximos compromisos externos que vencen en la primera quincena de noviembre. El funcionario insistió que en el gobierno nacional "no hay ningún plan B".
En tanto, desde el Ministerio de Economía se busca seguir con las gestiones en un marco de prudencia, pese a que se reconoce que no comprometerá las reservas argentinas para el pago de los próximos vencimientos de la deuda por 800 millones con el Banco Mundial el 14 de noviembre.
Para el propio Roberto Lavagna esta posición no es "un acto de presión" hacia el Fondo sino una decisión que "obedece a la realidad económica del país".
El secretario de Asuntos Económicos del Departamento de Estado, Alan Larson, fue designado por la administración de George Bush "para acercar posiciones entre el FMI y la Argentina", según admitió el propio Lavagna tras regresar de Washington.
Amadeo aseguró que "entramos en una etapa final del acuerdo", tras lo cual remarcó que "en algunos días se producen vencimientos que es necesario decidir si se van a afrontar o no".
En este sentido, la Fundación Capital consideró que de no mediar un acuerdo con el FMI, "la Argentina podría continuar como hasta ahora con la estrategia de acuerdo en cuotas", tras lo cual dijo que si el país muestra "voluntad de pago parcial frente a cada compromiso puntual, se podría evitar el escenario traumático del default".
Sin embargo, la entidad dirigida por Martín Redrado señaló en su informe semanal que si la Argentina incumple sus compromisos y entra en default "el escenario de caos económico ganaría terreno, ya que aumentaría la probabilidad de una resolución traumática de la inconsistencia entre demanda de dinero y la situación política".
Para el economista Arnaldo Bocco, titular del Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice), lo preocupante es que "al cambiar semana a semana los términos de la negociación el FMI genera hechos políticos que terminan afectando a la economía, luego de que la país demostró un poder de recuperación muy grande en los últimos meses".
El vicejefe de Gabinete señaló, a su vez, que desde el FMI se "exigen reformas más profundas y rápidas pero nosotros decimos que la estrategia nos dio un buen resultado, que tenemos que privilegiar los equilibrios económicos pero también los sociales".
Según estimó Amadeo, en el seno de la administración Duhalde "vamos a evaluar cuál es la última propuesta del FMI y sólo firmaremos aquello que nos permitan mantener estas variables que acabo de decir".
Por su parte, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, ya adelantó que si la Argentina y FMI no arriban a un acuerdo, no se pagará con reservas un monto de 800 millones de dólares al Banco Mundial, y que vence el próximo 14 de noviembre.
El economista Marcelo Lascano apoyó la postura de Lavagna: "Es correcto" que la Argentina no utilice sus reservas para el pago de sus compromisos con organismos externos y estimó que el FMI "no quiere arreglar" un nuevo acuerdo.
Lascano aseguró que la Argentina está en "penitencia" porque "no ha sido dócil" según la visión de los organismos multinacionales de crédito. "Es correcto que no se paguen con reservas algunos servicios pendientes, sin reservas el país quedaría desnudo en invierno y en el polo sur", graficó.
Bocco coincidió: "Me preocupa la actitud del FMI ya que si hubiera acordado con la Argentina en su momento el país estaría creciendo ahora al 4%, pero no me preocupa lo de Lavagna porque demostró muchísima habilidad para negociar, mi presunción es que no va a firmar cualquier cosa".
En tanto, Amadeo señaló que la política que vino aplicando el gobierno "está empezando a dar resultados, la economía se está ordenando, las expectativas de la gente está mejorando y paró la caída del empleo".
Amadeo resaltó que "no hay mejor garantía para que la Argentina cumpla con sus obligaciones que mantener esta política" y explicó que "el FMI dice que no es suficiente, que hay que profundizar el ajuste en algunas áreas".
"Nosotros decimos que esto nos va a llevar a retroceder y la situación económica y social se va a hacer inmanejable", aseveró.
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La Ciudad
