Caracas. - El grupo de 14 militares rebeldes de alto rango, que llamó a la desobediencia civil contra el presidente Hugo Chávez, obtuvo ayer el respaldo de la principal central obrera venezolana (CTV) y de la coalición opositora Coordinadora Democrática, pero su proclama parecía haber tenido poco eco de los cuarteles que, según el ejército, se mantenían en "total normalidad".
La máxima central obrera del país, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), manifestó ayer su apoyo a la acción de un grupo de altos oficiales que se declaró en desobediencia frente al gobierno en demanda de elecciones adelantadas o la dimisión de Chávez. El secretario general de la CTV, Manuel Cova, indicó que la acción de los militares está enmarcada en la Constitución y sus planteamientos coinciden con los de la central obrera. "Vamos a respaldar esta manifestación de los militares y cualquier otra que esté en en el marco constitucional. Apoyamos el planteamiento de los militares que tiene que ver con la solicitud de renuncia de Chávez o la convocatoria de una consulta popular que son los mismos planteamientos de toda la oposición", expresó Cova.
Los 14 generales y almirantes de la Fuerza Armada Nacional (FAN), activos pero sin mando de tropas, se congregaron desde el martes en la noche en una plaza de Caracas -a la que llaman "territorio liberado"- con varios cientos de civiles para pedir, en una declaración leída ante las cámaras de televisión, "la renuncia inmediata" de Chávez, quien sobrevivió hace seis meses a un breve golpe de Estado.
En tanto, la coalición opositora Coordinadora Democrática expresó ayer su respaldo al pronunciamiento insurreccional y anunció que coordinará con ellos acciones en rechazo al gobierno venezolano. Después de una reunión de los partidos y organizaciones civiles que integran la alianza, el dirigente José Luis Farías dijo que se planifican acciones para aclararle al mundo que "aquí no hay militares golpistas". A su vez, el presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández, dijo que la cúpula empresarial respalda el pronunciamiento de los militares disidentes. También calificó de apresurada la declaración de la Organización de Estados Americanos (OEA), que calificó la proclama de golpista
Los oficiales rebeldes habían sido hostigados en los últimos días por citaciones judiciales, allanamientos de vivienda, intentos de detención y persecuciones que denunciaron como un plan del gobierno para expulsarlos de las filas castrenses. Los militares fueron acusados de golpistas luego de los hechos de abril -que determinaron un breve derrocamiento de Chávez- y exonerados de los cargos por el Tribunal Supremo de Justicia.
El mandatario, quien no se ha pronunciado sobre el incidente, estaba en un consejo de ministros en el palacio presidencial, en el centro de Caracas, dijeron funcionarios. El vicepresidente José Vicente Rangel dijo ayer que su país "amaneció en total calma" y "en un estado de absoluta normalidad en todas las guarniciones militares". "Hay absoluta normalidad en todas las guarniciones militares del país, en las calles y en toda Venezuela" declaró Rangel.
El comandante general del ejército, el general Julio García Montoya, llamó a la serenidad y a la calma, al afirmar que "la institución armada en general y el ejército, en particular, permanecen firmes en sus principios y objetivos" de defender la soberanía y la democracia. En un comunicado, agregó que a la institución militar no pueden "socavarla ni confundirla los desesperados llamados a quebrantar la norma constitucional que no han hecho eco en nuestra institución".
Unos 500 opositores a Chávez continuaban ayer en la plaza Altamira, tras pasar allí toda la noche convocados por un grupo de altos oficiales rebeldes.
Mientras tanto, el secretario general de la OEA, César Gaviria, llegará el próximo domingo a Venezuela para continuar facilitando un diálogo entre el gobierno y oposición. (DPA, Reuters y AFP)
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La Ciudad
