No hay peor astilla que la del mismo palo, según reza el viejo y sabio refrán. Y mucho de ello les ha pasado a Newell's y Central en los dos últimos años, a tal punto que el 20 por ciento de los goles que les hicieron a los rojinegros fueron convertidos por ex jugadores de ambos equipos rosarinos, así como el 10 por ciento de los tantos que les metieron a los canallas también fue anotado por futbolistas que pasaron por algunos de los dos clubes, sin contar las conquistas de los clásicos ni las hechas por jugadores que después pasaron por los equipos de la ciudad. Así, la estadística no cuenta el gol que Cristián Pino le hizo a Central cuando jugaba en Talleres ni el que Martín Mandra le hizo a Newell's cuando estaba en Nueva Chicago.
En los últimos 80 partidos, de los 111 goles que le hicieron a Newell's, 23 son de ex jugadores de equipos rosarinos, con 13 de ex rojinegros y 10 de ex canallas. Y de los 124 que sufrió Central, 12 son de jugadores que pasaron por la ciudad, siete de ex auriazules y cinco de ex leprosos.
La imagen del Chelo Delgado, que le gritó a Central un gol con la camiseta de Racing y dos con la de Boca, seguramente no será olvidada por los canallas. "Si un traidor puede más que unos cuantos/ que esos cuantos no lo olviden fácilmente", como canta León Gieco.
En el otro rincón, Claudio Enría festejó dos goles a Newell's Old Boys con la camiseta de Gimnasia y Esgrima La Plata, en un caso similar al de Marcelo Delgado porque jugó en las divisiones inferiores en el parque Independencia.
Pero el amor es más fuerte
Los festejos de los goles del Chacho Coudet y de Martín Cardetti a Newell's cuando jugaban en River, así como los de Gastón Liendo a Central cuando actuaba en Belgrano y en Argentinos, forman parte del incomparable folclore del clásico. En la misma columna están el tiro libre de Moreno y Fabianesi y el penal del Mono Gordillo, que pidieron patearlos en la última victoria de Banfield sobre Newell's, así como la llamativa expulsión de Germán Real del sábado, cuando entró para Talleres y apenas jugó unos minutos contra Central.
Así, más allá de la contundencia de los números y las estadísticas, quizá quien mejor definió la situación sobre el festejo de Delgado haya sido el propio Coudet: "Antes que gritarle un gol a Central me corto la lengua".
La Ciudad
