Año CXXXV
 Nº 49.641
Rosario,
jueves  24 de
octubre de 2002
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El francotirador de EEUU culpó a la policía y exigió plata

El misterioso francotirador que ya mató a diez personas en la zona de Washington responsabilizó a la policía de al menos cinco muertes por no contestar sus llamadas telefónicas, amenazó específicamente a los niños y exigió un pago de diez millones de dólares para parar los asesinatos. En tanto, el gobierno de EEUU, desesperado por no lograr alguna pista, ofreció la posibilidad de otorgar una visa especial de residencia a cualquier indocumentado que aporte información útil para arrestarlo.
La policía se negó ayer a comentar sus fracasados intentos por volver a entablar contacto con el asesino, pero confirmó que la persona que murió el martes en Silver Spring, al norte de Washington, había sido víctima de la misma arma que ya dejó 13 víctimas: diez muertos y tres heridos.
En tanto, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo que ha desplegado todos los recursos del gobierno federal para capturar al francotirador y que reza "por la seguridad" de sus conciudadanos y por "un rápido final de este período de violencia y miedo".

Escepticismo de la prensa
"Estamos realizando progresos todos los días", declaró el agente especial del FBI Gary Bald, ante una prensa cada vez más escéptica por la falta de resultados tangibles en la pesquisa.
"No queremos perturbar a nadie", aseguró el comisario Charles Moose, jefe de policía del condado de Montgomery y coordinador de la investigación, al leer anteayer un mensaje atribuido al asesino: "Sus hijos no están seguros, dondequiera que sea ni en ningún momento".
Los policías se negaron a comentar la información aparecida ayer en la prensa, de que se encontró otra carta en un parque cercano al lugar donde el conductor de ómnibus fue asesinado anteayer.
Según The Washington Post, que citó a fuentes de los servicios de seguridad, esa carta reiteraba las exigencias que figuraban en la misiva anterior, descubierta el sábado, cerca del lugar donde el francotirador mató a su novena víctima. De acuerdo a esta versión, el francotirador exigió 10 millones de dólares para detener sus ataques.
Eso aparentemente explicaría el mensaje de Moose ante las cámaras de televisión el martes, en el que aparentemente dirigiéndose al francotirador declaró que era "electrónicamente imposible acceder a su reclamo".

Quejas del criminal
Según autoridades citadas ayer por The Washington Post, la carta tenía tres páginas, escritas a mano, y había sido envuelta en un plástico y pegada a un árbol. En un tono amargo, el francotirador se queja de que los policías han ignorado buena parte de sus llamados telefónicos, los llama "incompetentes" y añade que "cinco personas han muerto" debido a ese descuido.
En tanto, el director del Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN), James Ziglar, anticipó el posible otorgamiento de una visa especial a personas que asistan a las autoridades para resolver el caso. Específicamente, alentó a los indocumentados que puedan poseer información a ponerse en contacto con las autoridades, sin temor de que el SIN pueda intentar adquirir sus datos personales con propósito de deportarlos. (DyN)


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