Tras la pelea por pesificación/dolarización de las compras de insumos, un nuevo conflicto se instaló en la cadena agroalimentaria. La causa es el proyecto oficial para reducir a la mitad la alícuota del Impuesto al Valor Agregado (IVA) que reciben los productores por la venta de sus productos.
El proyecto de ley que está a punto de ser aprobado por la Cámara de Diputados recibió el apoyo de las cámaras que agrupan a los elaboradores de materias primas, como la Coordinadora de Productos Alimenticios (Copal). Pero en la vereda de enfrente se ubicaron todas las entidades que representan a la producción primaria, quienes aseguraron que una medida de ese tipo generaría perjuicios millonarios al sector.
La cifra en juego ronda los 2 mil millones de pesos. Es lo que pretenden recaudar en la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) por la alícuota diferencial y es lo que las entidades del sector aseguran que terminarán acumulando los productores como créditos de IVA que no podrán recuperar.
El proyecto de reducción del IVA agropecuario adquirió estado parlamentario en el primer trimestre del año y fue aprobado por diputados y senadores, aunque las modificaciones introducidas durante su tratamiento en la Cámara alta obligaron a devolverlo a la cámara de origen. Durante varios meses, básicamente hasta que pasó la cosecha gruesa, hubo una suerte de "tregua" en torno de este tema pero la iniciativa comenzó a moverse en los últimos días en el marco del nuevo paquete impositivo que el ministro de Economía, Roberto Lavagna, impulsa para cerrar los números de cara al presupuesto del año 2003.
La ofensiva tiene otros ingredientes. El Estado pretende, con esta medida, reducir el incentivo que representa el actual sistema para la comercialización en negro y, al mismo tiempo, bajar los montos que debe devolver a los exportadores por ese tributo. Precisamente esta semana recrudecieron los reclamos de este sector por el atraso en el incumplimiento de las cuotas pactadas a principios de año. Desde el gobierno explican que el pago de estos reintegros se dificulta porque, por la evasión, terminan recaudando menos de lo que deben devolver.
En este esquema es que recrudecen las tensiones dentro de la cadena. Federación Agraria, Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro y Sociedad Rural Argentina fijaron en forma conjunta su oposición a la medida y pidieron una audiencia con el ministro Lavagna. Si bien admiten que la reducción de la alícuota del IVA busca reducir la evasión, advierten que sólo "el desconocimiento" de las actividades agrícolas induce al fisco a pensar que ese objetivo se logrará quitando la neutralidad al impuesto y generando cuantiosos créditos fiscales a los productores.
En un documento firmado también por las principales Bolsas del país señalaron que el establecimiento de una alícuota diferencia en el IVA por la venta del cereal del al 10,5% y la compra de la mayoría de los insumos al 21% acarrearía un perjuicio superior a "los 100 pesos por hectárea ".
Enrique Lingua, especialista en temas tributarios, explicó que "la filosofía de un impuesto como el IVA está basada en la aplicación de tasas semejantes, no diferenciales" y agregó que "si se opera con márgenes estrechos, los créditos fiscales no podrán absorberse con los débitos". Lingua consideró que la intención del gobierno con esta iniciativa es disminuir la carga del Estado en cuanto al reintegro a los exportadores. "Se parte de la base de que a menor tasa habrá menos retenciones y por ende se reducirán las ventajas de evadir el impuesto y se cree que se obtendría una mayor recaudación cercana a los 2.100 millones de pesos", explicó pero advirtió que "esa expectativa obnubila los perjuicios económicos y financieros que sufrirán los productores por la acumulación de créditos fiscales".
El especialista reveló que estudios evaluados por comisión técnica de la Bolsa de Comercio de Rosario determinaron, para algunos ejemplos concretos, que los saldos técnicos acumulados en el cultivo de trigo llegarían al 7,4% de los ingresos. En el caso del maíz representarían el 4% y algo menos para el caso de la soja.
Desde las entidades del agro se agregó que la alícuota diferencial del IVA encarecerá los planes de canje de insumos, única herramienta financiera con la que cuentan hoy los productores. En eso coincidió la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), que envió una nota a los miembros de la comisiones de Presupuesto y Hacienda y Agricultura del Congreso nacional para que la venta de semillas tenga "el mismo IVA que el resto de la cadena".
"Para esta campaña la operatoria de canje de granos por insumos se presenta como la más importante fuente de financiación del productor y una reducción parcial de la alícuota del IVA en la cadena alterará dicha relación de canje, encareciendo la operatoria", indicó la entidad..
La evasión
Los defensores del proyecto que se encuentra en la Cámara de Diputados argumentan que la reducción del IVA a la venta de granos quitará incentivos a la evasión. Así lo manifestaron los directivos de la Copal. La entidad que conduce Alberto Alvarez Gaiani denunció que la evasión impositiva en el comercio de granos rondó en el año 2001 los 500 millones de dólares.
El Ministerio de Economía y los legisladores quieren reeditar con la propuesta para bajar el IVA el caso del mercado de ganados y carnes. Allí este sistema tuvo incidencia en la reducción de los niveles de evasión de ese impuesto. Para los dirigentes de Coninagro, esta comparación "sólo puede surgir del desconocimiento" ya que, explicaron, "las actividades pecuarias requieren de muchos menos insumos que las agrícolas".
Enrique Lingua consideró que la acumulación de créditos fiscales que impondrá el nuevo sistema es una nueva carga que se ale aplicará a los productores, que "se suman a otras gravosas aplicaciones de tributos como el caso de las retenciones y la negativa oficial de reimplantar el ajuste por inflación impositivo como forma de reducir el fuerte impacto que tendrá el impuesto a las ganancias sobre los resultados inflacionados".
La Ciudad
