Mazer explicó que en la adaptación que hizo de la novela de Enrique Medina prefirió darle una salida favorable al personaje, atravesando su propuesta con el humor: "Quizás me dio la vena de observar con cierta lupa satírica esta condición que veo a mi alrededor. Lo que pasa es que el argentino es idólatra. Tenemos todos los mitos, desde San Martín, Perón y Gardel hasta Evita. Todo depende de las ideologías de cada momento. Hoy quizás los ídolos tengan que ver con las pop star y en otro momento tuvieron que ver con los grandes revolucionarios. Estas son épocas de mucho vacío espiritual".
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