Rodolfo Bella / La Capital
La actriz Emilia Mazer presentará dos funciones de su unipersonal "Buscando a Madonna", mañana a las 21.30, y pasado mañana a las 19.30, en el teatro Empleados de Comercio, Corrientes 450. El texto es una adaptación que hizo la actriz de la novela del mismo nombre de Enrique Medina, sobre una adolescente marginal que tiene como modelo a la cantante pop.
A pocos días de regresar a España para sumarse a la puesta en escena de la obra "Memoria y olvido", y mientras espera el lanzamiento de la novela "Máximo corazón", junto a Gabriel Corrado, la actriz contó a La Capital por qué consideró oportuna la reposición de la obra estrenada en el 93. También recordó su paso por "Reality reality", protagonizado junto a otros actores, así como el abrupto final de su trabajo como productora de "Por ese palpitar".
-¿Por qué decidiste reponer "Buscando a Madonna"?
-Tiene que ver con este sueño farandulesco que se nos ha caído a pedazos; este sueño de Primer Mundo, y de farándula mezclada con política que fue nuestra época menemista; una época que se nos ha resquebrajado y ahora estamos viviendo las consecuencias de eso, de lo cual fuimos todos partícipes.
-¿Qué cambios notás en la recepción que tuvo la obra desde el estreno en el 93 hasta hoy?
-Siento que todavía no se nos había desmoronado el sueño. La gente se enganchaba mucho con el humor, pero hoy creo que llega de una manera bastante distinta. De hecho lo hice en el verano y sentí que por primera vez la gente se reía menos, lo que no implicaba que estuviera menos comprometida. En enero ya había algo de lo cual la gente no se podía reír, que tal vez tenía que ver con el propio fracaso social colectivo.
-¿Qué reacción encontraste en España con la obra?
-Creo que están muy conmocionados con lo que nos pasa. La cantidad de argentinos que hay en España es superior a otros años. Están mucho más solidarios. Hace un tiempo sentía comentarios bastante xenófobos, pero hoy están totalmente solidarios porque comprenden lo que nos está pasando.
-¿Te radicarías en España?
-No creo, me cuesta mucho estar lejos. Sin embargo viajo para sumarme a una obra con un elenco español.
-¿Volverías a encarar en Argentina un proyecto como el de tu sala El Angel del Abasto?
-No.
-¿Por qué?
-Porque fue muy doloroso tener que cerrarlo. Todavía me estoy curando.
-¿Tenés otros proyectos para Argentina?
-Esta reposición de la obra coincidió con que me ofrecieron trabajar en "Máximo corazón", con Gabriel Corrado. Tengo un personaje que tiene una presencia bastante importante porque a partir de él se genera toda la historia de la novela. Irá a partir del 24 de agosto. Después me voy a Madrid a ensayar "Memoria y olvido", una obra española que trata el tema de los desaparecidos para la cual me presenté a un casting y quedé entre los cuatro protagonistas. Se hará en Madrid, Barcelona, una gira por España y otra por Latinoamérica, y la posibilidad de traerla a la Argentina.
-¿Qué saldo te dejó participar en "Reality reality"?
-Me dejó una deuda terrible... porque todavía no me pagaron. Nos quedaron debiendo a todos, así que el saldo por el momento es rojo (risas).
-¿Volverías a formar parte de un programa así?
-No lo descarto si la propuesta es responsable. Hubo algo muy importante que nunca se pudo decir y lo cierto es que la propuesta fue una cuando nos convocaron y dos días antes de que salga al aire el programa el canal Azul le pidió modificar cosas del contrato a Enrique Estevanez. Nos metimos sin estar enterados de estas modificaciones y el programa terminó siendo otro, pero la propuesta original era bien digna. Fue algo de último momento, de lo cual los que estábamos adentro no hemos sido responsables, sólo hemos padecido esas modificaciones que fueron un disgusto importante.
-¿En que consistieron esas modificaciones?
-Fueron determinadas cosas del contrato: se trataba de trabajar escenas, hacer improvisaciones y entrenamiento actoral, por lo cual no veo qué es lo indigno de haber hecho el reality.
-¿Qué pensás del tratamiento que se le dio?
-No coincido con muchos comentarios de la prensa. Fue un programa que no funcionó, pero no tiene nada de indigno para las personas que participaron adentro. Es bueno que se sepa que se modificaron las consignas: a mí me invitaron a hacer un trabajo actoral, pero después terminó siendo una paparruchada, pero ya estaba adentro y obedecí las reglas.
-¿Creés que cambió la valoración de tu imagen de actriz de prestigio?
-¿Te parece...? Yo trabajo hace veinte años como actriz y soy peleadora de lo que hago. Actúo más allá de eso. No me quedo instalada en ningún lugar y menos en ningún sitio de comodidad donde la profesión haya querido instalarme en ningún momento. Esto es así y lo será a mis 87 años. Creo que cada vez voy a ser más joven porque tengo ganas de seguir cambiando cosas.
-¿Cuáles fueron las condiciones para que se diese la aceptación que tuvo "Por ese palpitar"?
-Muchas. Humanas y creativas. También cierto factor de azar y cierta inteligencia colectiva para dar en el blanco. Creo que se aunaron muchos factores y es una gran pena que no se haya seguido.
-¿Qué determinó abandonar un proyecto viable a mitad de camino?
-No fue responsabilidad mía.
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