Año CXXXV
 Nº 49.553
Rosario,
domingo  28 de
julio de 2002
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Las "stock options", un mecanismo perverso en el fraude corporativo
Esta polémica modalidad de remuneración para los altos ejecutivos incentiva el maquillaje contable

Washington. - Las "stock options" pueden facilitar los malos manejos contables de las empresas estadounidenses, pero nadie parece dispuesto a limitar el uso de un sistema que garantiza ingresos delirantes a los grandes ejecutivos. La ley votada esta semana para reforzar los controles y sanciones de las maniobras corporativas no toca este discutido rubro. Las "stock options" (opciones de compra de acciones a precios ventajosos), que otorgan el derecho a adquirir acciones a un precio determinado de antemano, son una elección frecuente de los dirigentes empresariales en los últimos años en Estados Unidos.
Actualmente, representan más de la mitad de las remuneraciones de los presidentes de las grandes empresas estadounidenses, que son -en su mayoría- los mejores pagos del mundo. Limitadas al comienzo a las firmas de la nueva tecnología, las "stock options" se han generalizado poco a poco a todos los sectores.
Para las 2.000 empresas más grandes en Estados Unidos, el monto de las "stock actions" se elevó en el año 2000 a 162.000 millones de dólares contra sólo 50. 000 en 1997, según la firma Sanford Bernstein.

Una trampa en 1994
Este sistema de remuneración es muy ventajoso para las empresas: les permite reducir fuertemente sus impuestos porque se pueden deducir tasas de las opciones de compra de acciones. Además, a diferencia de los salarios y otras primas, las opciones de compra de acciones no son consideradas gastos y, por lo tanto, no son restadas de los beneficios. Esto es así desde 1994, cuando pasó por el Congreso una ley impulsada por el fuerte lobby empresario.
Silas "stock options" estuvieran incluidas en los resultados financieros, las empresas verían sus beneficios bajar netamente. Justamente ahora, en medio del escándalo, grandes corporaciones de la "vieja economía", como Coca Cola y Boeing, anunciaron que contabilizaran a este mecanismo de pago como un costo. Grandes inversores, como el multimillonario Warren Buffet, han pedido a las empresas que sigan este ejemplo.
Este sistema costó 3.300 millones de dólares el año pasado a Microsoft, casi un tercio de los beneficios registrados por la número uno mundial de programas informáticos.
Peor aún, el sistema, creado en un principio para vincular los salarios con los resultados de sus empresas, propicia claramente la manipulación contable, subrayan sus detractores. Porque los dirigentes empresariales que compraron "stock options" tienen interés en que las acciones de las empresas en las que trabajan aumenten lo máximo posible porque ellos las adquieren a un costo fijado de antemano y por lo tanto más bajo.
Los dirigentes pueden manipular la contabilidad de sus empresas para presentar resultados alentadores y agradar a los inversores, como se ha visto en una decena de casos en estos meses. "Lo que comenzó como una forma de buena gestión se reveló en varios casos como un nuevo instrumento que permite el vaciamiento por parte de los altos dirigentes de la riqueza de los accionistas", explicó Jonathan Cohen, de la JHC Capital.

Enron y WorldCom, casos clave
Enron y WorldCom, en el centro de los mayores escándalos, se mostraron particularmente generosos en la distribución a sus dirigentes de las "stock options". Bernard Ebbers, ex presidente de WorldCom, compró para sí mismo 8% de las "stock options" distribuidas por su grupo a sus empleados en los últimos cuatro años. Se sospecha que él estaba al corriente de las malversaciones contables de 3.850 millones de dólares de WorldCom. Hoy ambas empresas están en bancarrota e investigadas.
A pesar de todo esto, ninguna reforma está en vista para las "stock options". En la reformas acordada entre el Congreso y la Casa Blanca, y que fue aprobada por ovación la esta semana, las "stock options" ni tan siquiera figuran. (AFP)



Bernard Ebbers, presidente de la quebrada Worldcom.
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