Año CXXXV
 Nº 49.553
Rosario,
domingo  28 de
julio de 2002
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Mercados: No estamos solos en el mundo

Salvador Di Stefano

La crisis en los mercados internacionales no potencia los problemas de la Argentina, pero sí la sumerge más en el olvido.
En la semana que termina, la fuerte caída en Wall Street hizo retrasar la misión diplomática que llegaría de Estados Unidos hacia Latinoamérica para tratar de resolver o atemperar los problemas en Brasil, Uruguay y Argentina.
En Brasil la fuga de capitales se intensifica y el riesgo país se ubica en torno de los 2.000 puntos. El real se devalúa frente al dólar y ya comienza a competir con el peso. La moneda brasileña está a 3 por dólar, mientras que el peso se ubica a 3,70 por dólar, en una carrera que hace recordar a las devaluaciones competitivas que se daban en el sudeste asiático.
Uruguay no pudo evitar el contagio. La pérdida de depósitos se transformó en salida de fondos del país y caída de las reservas. La crisis se llevó al ministro de Economía y ahora buscan un segundo desembolso de fondos internacionales para no tener que caer en un corralito al estilo de Argentina.
En el país siguen las sucesiones de "bloopers" del Poder Ejecutivo, ministros y técnicos del Banco Central (BCRA):
* En la semana se realizó la cuarta licitación de letras en pesos actualizables con CER y como las tres anteriores, fueron declaradas desiertas.
* Se cometió la aberración jurídica de querer suspender una medida cautelar como los amparos, invadiendo desde el Poder Ejecutivo al Poder Judicial.
* Se interviene indiscriminadamente en el mercado cambiario y cada vez hay menos reservas, ahora menos de 9.000 millones de dólares.
* El stock de letras emitidas alcanza U$S 460 millones, más de un 5% de las disponibles.
Con estos números en la mano y con los errores cometidos, las autoridades económicas no atraviesan su mejor momento. Se habla de que viajarían a Estados Unidos en la primera quincena de agosto, pero ahora con el retraso de la visita de funcionarios americanos al país, muchas cosas quedaron en la nada.
Resulta imperioso que a corto plazo se busque una solución a los problemas del corralito y corralón. El presidente del BCRA quiere abrir el corralito y en parte el corralón. El ministro de Economía no desea abrir el corralito y tampoco el corralón. Si se hace lo que dice Aldo Pignanelli, titular del BCRA, el dólar podría mostrar una brusca suba y las monedas secundarias se devaluarían fuertemente.
En cambio si no se hace nada, como plantea Roberto Lavagna, el dólar puede quedar en los niveles actuales, pero la falta de actividad puede llevar a problemas más serios y explosivos a futuro.
En este escenario, el presidente Eduardo Duhalde sigue meditando la respuesta correcta. A siete meses de haber asumido aún no resolvió ningún problema económico y en materia financiera, en lugar de mejorar lo agravó.
Ahora estamos en tiempo de descuento. En septiembre vence un crédito con los organismos financieros internacionales por 2.900 millones de dólares, sin acuerdo con el FMI es imposible pagar. El reloj corre, la incertidumbre crece.
En materia bursátil la noticia de la semana fue la venta de Perez Companc. Para efectivizarse se tienen que dar muchas condiciones, pero a priori, el mercado está muy disgustado con la decisión de la compañía. La funcionarios dicen: "Si no vendíamos nos compraban por menos plata, ya que el endeudamiento es muy alto en dólares y nuestras exportaciones no logran repagar la deuda".
Los inversores destilan odio, una vez más se pensó en el beneficio del grupo de control en detrimento de los accionistas minoritarios. Una lástima, era uno de los pocos grupos económicos serios.


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