Año CXXXV
 Nº 49.553
Rosario,
domingo  28 de
julio de 2002
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El ex gobernador aseguró que la negativa del Lole no es algo definitivo
Obeid aún espera a Reutemann y admite que Duhalde lo decepcionó
Dijo que el presidente no solucionó ningún problema y agravó otros. Duras críticas a la pesificación

Carlos Roberto Morán / La Capital

Para Jorge Obeid la frustrada candidatura de Carlos Reutemann a la Presidencia de la Nación no es un hecho totalmente superado: "Respeto la decisión del gobernador, pero estoy convencido de que en algún momento Reutemann va a ser presidente de la República". El diputado nacional dice que no va a adoptar ninguna actitud individual en relación a la interna del PJ, sino que el reutemismo -en el que se encuadra- fijará una posición institucional.
En una entrevista a fondo con La Capital, el ex gobernador dice sentirse decepcionado por el presidente Eduardo Duhalde porque no resolvió ningún problema y agudizó todavía más los que ya existían cuando el Congreso de la Nación lo eligió para hacerse cargo del gobierno de transición.
También criticó duramente a Carlos Menem y a Luis Zamora y, aunque considera a José Manuel de la Sota como el mejor candidato en la interna peronista, entiende que "nunca" ocupará el sitio que dejó Reutemann. No descarta postularse de nuevo a la Gobernación de Santa Fe, pero considera que hablar de eso hoy es anticiparse demasiado en un escenario tan cambiante como el de la política en Argentina (ver aparte).
-¿Cuál es su posición en la interna del PJ luego de que Reutemann decidiera no presentarse como candidato?
-Estoy esperando que la definición la dé el justicialismo de Santa Fe, y como pertenezco a un movimiento político encabezado por Reutemann, mi definición será institucional, no personal.
-¿No adhiere entonces a la postulación de De la Sota?
-Independientemente de lo que termino de decir, opino que en el actual mapa político el mejor candidato es De la Sota, pero también afirmo que el vacío que dejó Reutemann no lo ha podido llenar nadie.
-En Santa Fe hubo muchos afectados luego de que Reutemann decidió no participar.
-Es así, y no sólo en Santa Fe. Eso yo lo vi en Buenos Aires y también lo comprobé con mucha gente del interior del país. Su candidatura había prendido muy fuerte, pero estoy convencido de que no es de ninguna manera algo que ha terminado.
-¿Entiende que aún hay tiempo para que el gobernador revea su posición?
-Mire, hay que ver qué pasará en los próximos meses. Todavía hay dos meses para inscribir las candidaturas.
-Se advierte que el escepticismo sigue siendo muy grande en el electorado nacional.
-Es cierto, no hay hoy postulaciones que interesen de verdad a la gente. Por otra parte, estoy convencido de que el que quiera ser candidato a presidente debe explicar qué va a hacer con el país, qué va a hacer con la cuestión social, con la económica, con la política, con el desempleo, con el sector empresario, con el agropecuario, con los trabajadores. Qué va a hacer con la educación, la salud, la economía...
-Ya no queda más lugar para las generalidades...
-Es así. La gente tiene una desilusión tan grande... Entonces el que resulte candidato tiene la obligación de explicarle mínimamente qué va a hacer cuando llegue. Estoy convencido de que el nuevo candidato no debe ser producto del marketing; ya pasó el tiempo de los discursos brillantes.
-Ante el panorama que plantea, ¿no insistirá con Reutemann?
-No, porque soy respetuoso de la decisión que ha tomado. Pero más allá de eso, su ausencia fortalece peligrosamente los extremos.
-¿En qué sentido lo dice?
-Carlos Menem propuso primero que fuéramos Puerto Rico con la dolarización y ahora quiere que la Argentina sea una nueva Isla Caimán con su idea de la creación de una banca off shore. Y Luis Zamora quiere que el país se transforme en el Ejército Zapatista con las asambleas populares y los pasamontañas.
-Es evidente que a ninguno de ellos los ve como solución.
-Resultan peligrosos para el momento que vive el país. La gente no ve que esas candidaturas puedan solucionarles sus problemas y entonces reclama a alguien moderado, y ese hombre era Reutemann.
-¿Y De la Sota?
-De la Sota tiene experiencia. Es gobernador, ha sido legislador nacional, embajador; es inteligente, respetable, pero no es Reutemann ni lo va a ser. Como ya dije, Reutemann dejó un espacio vacío.
-Y en tanto, ¿cómo ve la actual situación del país?
-Debo admitir que tengo mucha preocupación.
-La sensación generalizada es que los problemas se acentuaron.
-Es cierto. El país ha perdido siete meses de oro. Duhalde me decepcionó.
-¿En qué sentido?
-En todos. No sólo no resolvió los problemas sino que los acentuó, como fue decidir la pesificación asimétrica que generó un verdadero desbarajuste. Cuando Duhalde asumió, el Congreso le dio el mandato de entregar un país ordenado, pero en vez de ser el (Carlos) Pellegrini que reemplazó a (Miguel) Juárez Celman, prefirió convertirse en Juan Manuel de Rosas.
-¿Qué quiere decir?
-Que gobierna al país con los mismos criterios y el mismo esquema mental con el que manejó la provincia de Buenos Aires. Y el país no es es la provincia de Buenos Aires.
-¿Cómo ve el desarrollo de la interna en el PJ?
-La interna del justicialismo todavía no empezó. Creo que hay que esperar un tiempo. Pero le insisto en que se terminó el tiempo de los discursos floridos, del marketing, de los asesores de imagen que le señalan al candidato cómo debe moverse y qué debe decir. Como le dije, el candidato deberá explicarle al pueblo muy bien qué se propone hacer, de lo contrario, habrá de nuevo un 50% o 60% de voto bronca y el nuevo presidente será débil. Si ocurre algo así, tendrá que votarse de nuevo en tres meses.



Obeid mira al futuro y piensa postularse a gobernador. (Foto: César Arfeliz)
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