Año CXXXV
 Nº 49.553
Rosario,
domingo  28 de
julio de 2002
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El disco "¡Aquí llegó Balá!" reunió a músicos del rock, la cumbia y el under
Carlos Balá: "Espero que al país lo defiendan los patriotas"
El actor dijo que el apoyo de las generaciones nuevas convierte a su trabajo en un clásico

Rodolfo Bella / La Capital

Carlos Balá volvió a grabar después de trece años. En el disco "¡Aquí llegó Balá!" participó un ecléctico grupo de artistas que van desde Los Auténticos Decadentes hasta Alfredo Casero, pasando por los muñecos Carozo y Narizota. Alejado de la televisión, con la excepción de un breve paso por la ex ATC en 95, Balá fue parte ininterrumpidamente del medio, desde principios de los 60 hasta principios de los 80. En diálogo con Escenario, se mostró crítico con el rumbo que tomó la televisión y dijo que desde su alejamiento no surgió nadie con su estilo.
Mientras acaba de lanzar su nuevo disco, continúa al frente de su circo, en el cual comprueba que los gestos y expresiones que inventó a lo largo de su carrera fueron transmitidos a una nueva generación, a la que apuesta a continuar divirtiendo "sanamente y en familia".
-¿Cómo evalúa la fusión que hay en el disco, con artistas del under, del rock, la cumbia?
-Estábamos muy nerviosos. Alfredo Casero fue de gran ayuda porque se vino con su perro para hacer Angueto: lo tiene dominado y lo hace ladrar cuando quiere.
-¿Casero al perro, o al revés?
-No... (risas). Fue increíble también por la emoción. Como el caso de Mariana Fabbiani, que grabó "Hormigas trabajando".
-¿Cómo es el público que va a verlo al circo?
-El promotor es el papá. El que fue chico ayer y seguía mis programas, y que quiere que sus hijos quieran a Balá. Entonces me los traen y me presentan como esa persona que los hacía reír cuando eran chicos.
-¿Siente que todavía está vigente?
-El intendente de Lanús me nombró ciudadano ilustre y lo vamos a festejar para Día del Niño. Hay gente que me apoya y otra a la que le resulto indiferente. Además yo soy argentino y esto es algo curioso: viene (Antonio) Banderas y entra a la Casa de Gobierno como Pancho por su casa. Somos así. Cuando seamos un poquito más patriotas tal vez logremos hacer algo.
-¿A qué se refiere cuando habla de patriotas?
-Yo creo en la muchachada joven, en esos que no se pudrieron antes de madurar. Muchachos jóvenes y bien paridos; gente que quiera al país como lo quiero yo.
-¿Aceptaría un puesto político?
-No me meto en política porque no soy caradura. Y aunque me llamen no lo haría. De hecho me llamó (el intendente de Escobar, Luis) Patti para colaborar, pero le agradecí porque no es lo mío. El mes que viene cumplo 77 años y no estoy para esos trotes. Que al país lo defiendan los jóvenes honorables.
-¿No es una buena edad para dejar de trabajar?
-Siempre digo que voy a dejar de trabajar cuando me falle la memoria y el físico no me dé más. En en el escenario siento que tengo treinta años.
-¿Cómo ve su estilo en la actualidad?
-La gente viene a verme, entonces quiere decir que lo mío es un clásico, igual que mis canciones. Según la discográfica, mis canciones son "de stock", es decir que no reviento el mercado, pero siempre están en el estante.
-¿Cómo ve el estilo de televisión que usted hacía con respecto a lo que se ofrece hoy?
-Hoy es como una corrida de toros: salí al ruedo y arreglate. Antes lo hacía todo yo. Entraba a las 8 de la mañana y me iba a las 6 de la tarde. Era el primero que llegaba y el último en irme. Iba a buscar a quinientos chicos en micro; había maestras jardineras para cuidarlos y para que no se aburran en los intervalos. Es mi vocación y creo que en lo que uno hace tiene que ser profesional, empezando por un presidente de la Nación.
-¿Lo del presidente todavía está pendiente?
-Si hubiéramos salido con la cacerola hace mucho, no hubiera pasado esto. Pero en el peligro nos unimos todos, menos los políticos.
-¿Por qué lo dice?
-Estamos huérfanos desde hace muchos años. Acá es hacé lo que querés y decí lo que querés. Pasa en televisión. Me acuerdo que la primera palabra que escuché medio subida de tono fue con Darío Víttori, que era un tipo muy blanco para trabajar. Hace veinte años dijo "me tenés podrido". Yo me asombré. Ahora se dice cualquier cosa a cualquier hora. Vemos pornografía. No necesitamos alquilar un video pornográfico. Esa es la democracia que quieren todos. Si eso es democracia, bueno, fenómeno, eso es lo que tenemos.
-¿Volvería al medio, teniendo en cuenta lo que opina de la televisión?
-Si tengo un productor que se juegue, sí. Los programas americanos tienen seis libretistas y una producción millonaria.
-¿No tiene sucesores?
-No, por ahora no veo a nadie con mi personalidad. Algún día llegará y tal vez sea mejor que yo, claro que siempre hablando de humor familiar, que es lo que yo hago porque yo no soy un cómico subido de tono.
-¿Quién es su referente en el humor?
-El número uno, inimitable por los siglos de los siglos, es Charles Chaplin. De los argentinos me gustan Luis Sandrini, Niní Marshall, Pepe Biondi, Olmedo y Porcel.
-¿Actualmente no hay nadie que siga esa tradición humorística?
-Por el momento no. Y no hay programas cómicos, así que no puede surgir nadie. Como inventaron a Bandana, tendrían que hacer concursos de cómicos, de autores de comedia, premiar los mejores libretos. No hay una camarilla que impulse esas cosas. Acá les interesa la mina que se sacó o se puso más pecho, y esas cosas.
-Ahí tiene una buena idea
-¿Qué? ¿Que me saque pechos?
-(Risas) No, los concursos.
-Ya lo van a hacer: para copiar son todos rápidos. Pero acá no interesa el humor. Estamos tan contentos y felices que no necesitamos la comicidad.



"Dos generaciones tienen un código común en el circo". (Foto: Damián González)
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