Año CXXXV
 Nº 49.539
Rosario,
domingo  14 de
julio de 2002
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El Piojo Manso y Ezequiel González
De lo nuestro, lo mejorcito

La calidad de los conductores asegura ciertos aspectos que, en general, transforman a los equipos. La metamorfosis es claramente demostrable. Con sólo hacer una somera referencia al Central de Ezequiel González o al Newell's de Damián Manso parece más que suficiente.
El plantel que dirige el Negro Zamora decreció en la consideración popular con el alejamiento de Maximiliano Rodríguez, pero recuperó la expectativa de la gente sólo con el retorno de Damián, a pesar de que su temporada en Europa haya sido poco relevante. Pero el conductor, su imagen, las bondades mostradas en la cancha y esa irremediable necesidad de aferrarse al pasado -aunque no existen demasiadas diferencias- escasamente más venturoso que el presente, que además tiene un pronóstico desalentador, movilizan al público y hasta al propio encargado de proyectar el trabajo.
Aquí aparece otra conclusión. La emigración permanente de talentos o jugadores apenas fuera de los límites del libreto, permite la ponderación excesiva de los que se distinguen apenas por tener un menor grado de mediocridad.
Una muestra acabada de las necesidades del fútbol vernáculo, es el retorno del Equi González a uno de los poderosos de Argentina. No porque el futbolista no esté capacitado para jugar en Boca, sino porque fue dejado de lado -más allá de los inconvenientes económicos- por Fiorentina, equipo toscano que perdió la categoría en Italia.
Negocios al margen, un futbolista que Fiorentina no tendrá en cuenta para un campeonato de segunda categoría, será, seguramente, el dueño del ritmo futbolístico de Boca, uno de los grandes candidatos al título.
A partir de estos parámetros puede comprobarse, casi sin margen de error, la terrible desnutrición de juego que tendrá el torneo local.
Aunque para los que retornen puede representar el resurgimiento a la consideración nacional e internacional. Por lo económico perdieron consideración deportiva. Una fotocopia de lo que ocurre con el fútbol de la AFA: depreciación deportiva por la emigración de futbolistas.


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