La crisis afectó ayer con distintos matices a la región y si bien dio algún oxígeno a los mercados de Uruguay y Brasil, continuó asfixiando a los de México, Chile y Paraguay, mientras que motivó que varios presidentes tuvieran que salir a calmar los ánimos.
Los mercados brasileños se recuperaron durante la jornada, luego que la bolsa paulista llegara a perder casi un 10% entre el jueves y el viernes, cuando el real alcanzó su peor cotización desde que fue creado en 1994.
Tanto el real como la Bolsa de San Pablo abrieron por la mañana con altibajos, que llevaron a la divisa a niveles inferiores de los del viernes, pero revirtió luego las presiones y culminó la jornada con una apreciación del 2,1 por ciento, cotizada a 2,78 por dólar. El Bovespa, en tanto, obtuvo una ganancia de 3,47 por ciento.
"Las presiones comenzaron a ceder con la divulgación de una encuesta que le otorga cuatro puntos menos a Lula (Luiz Inacio da Silva, candidato de la izquierda a la presidencia de Brasil), y con la decisión del Banco Central de aumentar las obligaciones para depósitos de ahorro, reduciendo la liquidez", según el analista jefe del banco Sul América, Luiz Carlos Costa.
Mientras tanto, en Montevideo, el presidente Jorge Batlle, intenta consensuar una salida a la crisis uruguaya con los principales líderes de la alianza gobernante y contó con cierto margen de maniobra que le dio ayer la estabilidad del peso con respecto al dólar.
Batlle se reunió por la tarde con el ex presidente Julio María Sanguinetti y al término de este encuentro evaluó que la rendición de cuentas, un paquete destinado a reducir el gasto público "es una oportunidad central, imprescindible, necesaria, ineludible para que el país procese los cambios que, desde hace tiempo, están pendientes en la República".
En Paraguay, el nerviosismo por la intervención ayer a la noche del Banco Alemán del grupo Velox, de capitales argentinos y uruguayos, y por el anuncio de la venta de su financiera Parapití, llevó ayer al dólar a batir un nuevo récord al alza, que llegó a cotizarse hasta en 5.950 guaraníes.
Para evitar el contagio, Vera anunció el envío al Congreso de un proyecto de creación de un fondo para respaldar depósitos y abrió una "línea de contingencia", superior a 140 millones de dólares, para dar liquidez a cualquier entidad en problemas.
La crisis tuvo ayer mayor impacto en México, donde afectó a los mercados de valores; y en Chile, donde el repercutió sobre el peso, condicionado por el real brasileño.
El dólar, que llegó a cotizarse en la categoría interbancaria a 9,90 pesos en México, revirtió la tendencia al cierre, y concluyó a 9,87 pesos, suerte que no tuvo el mercado bursátil, que perdió 2,64%, ni el riesgo país, que continuó subiendo, hasta ubicarse en 359 puntos, con lo que acumula un alza de 100 puntos en dos meses.
En Chile, la moneda estadounidense registró un nuevo incremento, de 1,70 peso, y se cotizó a 699,80 pesos. Según los operadores, la divisa chilena fue marcada por la tendencia registrada en la moneda brasileña, el real, pese a recuperarse al cierre, llegó a marcar mínimos históricos.
El presidente de Chile, Ricardo Lagos, reconoció que su gobierno observa de cerca los problemas económicos que se están registrando en Argentina, Brasil y Uruguay, pero afirmó que su nación está preparada para resistir un efecto contagio.
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La Ciudad
