Siete personas, entre ellos ex empleados de una empresa dedicada a la venta e instalación de alarmas por monitoreo satelital para viviendas, fueron detenidas y acusadas de estafar a clientes y a la casa matriz proveedora del sistema. La banda, según la investigación preliminar de la policía, se apropiaba de los equipos instalados en las casas de aquellos clientes que mantenían deudas con la empresa, los reprogramaban y volvían a venderlos, sin que sus empleadores originales lo supieran. La causa es investigada por la subcomisaría 20ª y el juez de Instrucción Nº8, Juan José Pazos, quien dispuso durante el pasado fin de semana una serie de procedimientos en Rosario y Cañada de Gómez en los cuales se secuestraron unos 30 equipos que estaban siendo calibrados para su venta.
Según fuentes policiales, todo se habría iniciado a fines de abril pasado cuando la empresa Protección 1, instaladora en Rosario del sistema de alarmas ADT (de origen mexicano), cerró sus puertas y despidió a todo su personal. A pesar de ello, dijeron los voceros, algunos trabajadores de la firma decidieron montar una organización que empezó a apropiarse de los equipos de aquellos clientes que mantenían deudas con la empresa. Para eso utilizaron papelería comercial y uniformes que les había provisto la desaparecida firma.
Pero el hecho saltó a la luz a partir de la denuncia de una mujer a quien, después de permitir ingresar a su casa a los ex empleados, le faltaron una billetera con 100 pesos y los documentos de identidad de ella y sus tres hijos.
Investigación
La mujer, de 38 años, contó en su denuncia que los visitantes, un hombre y dos mujeres vestidos con ropas identificadas con el logo de ADT, habían retirado el kit de alarma como forma de condonación de una deuda que tenía con la firma. La maniobra no despertó sospechas en la mujer, ya que a cambio le entregaron un recibo membretado que daba por resuelta su situación contractual y dejándola libre de cargos futuros. Pero señaló a los empleados como sospechosos del robo de su dinero y documentos en la subcomisaría 20ª.
Ese mismo día, en la seccional se presentaron dos personas más, una de Rosario y otra de Funes, a denunciar el irregular retiro de las alarmas. Todos dieron una descripción similar de los empleados que supuestamente contaban con autorización de la firma para retirar los equipos, y uno de ellos precisó que se movilizaban en un Ford Falcon blanco con vidrios polarizados, indicaron voceros policiales.
Con los datos aportados la policía se conectó con la central de ADT en Buenos Aires. Conocida por los investigadores la desvinculación de Protección 1 con la casa matriz y una vez detectado que la firma rosarina había cerrado sus puertas, surgieron las primeras sospechas sobre un ex empleado cuya fisonomía coincidía con la descripción efectuada por los denunciantes en la seccional.
El sábado al mediodía, con una orden de allanamiento, la policía detuvo a Rubén Néstor Gauna, ex empleado de Protección 1. En su vivienda hallaron folletería de distintas empresas de venta y colocación de alarmas por monitoreo para viviendas, uniformes con el logo de ADT, los documentos de identidad robados la primera denunciante y el Ford Falcon con vidrios polarizados que había sido descripto por otro de los afectados. También secuestraron una credencial de la empresa a nombre de Sofía Pérez.
La mujer, de 48 años, fue la segunda detenida en el marco de la investigación. En su casa la policía halló sensores y partes de alarmas, además de muestras y folletería de distintas firmas de colocación de alarmas. También fueron detenidas Débora Laura Aguirre, de 28 años, y Andrea Calas, de 24, sospechadas de haber participado en alguna de las visitas a los clientes con deudas.
Todas esas personas, según los voceros, vendían los equipos en Cañada de Gómez. Por ello, con la colaboración del juzgado de esa ciudad, fueron apresados Mabel Jacinta Zapata, de 42 años, y Roberto Carlos Martínez, de 22. En la vivienda de los detenidos se hallaron cuatro kits de alarmas.
También en esa ciudad fue apresado el técnico electrónico Osvaldo Gaspardi, de 38 años, y en un galpón de su propiedad se hallaron 24 alarmas que habían sido reprogramadas, indicó la policía.
La Ciudad
