La reprogramación de los partidos decisivos de la última fecha del torneo Apertura cayó como un balde de agua fría en el plantel auriazul, que el jueves a las 17.10 se verá prácticamente obligada a enfrentar a River Plate en el Monumental. En realidad, lo que generó fue mucha bronca e impotencia, porque quedó claro que ningún jugador quería enfrentar a River y ya estaba pensando en las vacaciones. La misma reacción puede decirse que le produjo al delegado gremial local del sindicato de futbolistas, Gerardo González, quien visiblemente molesto esquivó dar una opinión de la marcha atrás de Agremiados, contrariado por su ida y vuelta por el que tuvo que responder.
"Díganlo, Racing es la que maneja la AFA", se despachó ayer al entrar al vestuario del Gigante Laureano Tombolini, quien fue el interlocutor de Gerardo González en la decisión que el gremio tomó el viernes de suspender la última fecha.
Y pese a que ayer tampoco estuvo Juan Antonio Pizzi para brindar una opinión de peso sobre el cuadro de situación, quedó claro que al plantel le cayó muy mal enterarse que su palabra del día anterior no había sido valorada. O al menos, que lo fue sólo por un ratito, hasta que Racing presionó para que la fecha se juegue.
Gerardo González fue la muestra clara de la desorientación de la entidad gremial que representa. Es que ayer le tocó dar la cara y explicarle al plantel auriazul lo inexplicable: que después de que se avaló el viernes suspender la última fecha, en pocas horas se hizo añicos lo pactado.
"No estuve en la reunión en Buenos Aires", donde se decidió jugar River-Central y Vélez-Racing, "por eso no quiero abrir un juicio de opinión al respecto. Vengo a informar de lo que pasó, nada más".
"No tomo partido de esto", se desligó el representante rosarino de FAA, y para seguir tomando distancia de la conducción del gremio agregó que "como no tuve la oportunidad de compartir la decisión no opino de lo que me parece", aunque su expresión lo decía todo: se sintió usado. Y cuando se le preguntó si se sentía molesto dijo que no, pero no pareció.
Central no se fue de vacaciones, los jugadores mascaron bronca y entrenaron sin ganas después de escuchar a Gerardo González. River lo espera el jueves aunque no le guste. Sin consultarlos como lo habían hecho un día antes para parar el fútbol, alguien dictó que el show debe seguir.
| |
La Ciudad
