Año CXXXV
 Nº 49.309
Rosario,
viernes  23 de
noviembre de 2001
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En libertad. El ex presidente insistió con la falta de liderazgo pero ofreció su apoyo
Menem: "Vamos a ayudar a De la Rúa"
Volvió a desafiar a Duhalde: dijo que ahora caminará toda la provincia de Buenos Aires

Carlos Colombo Walter Palena

La Rioja (enviados especiales).- Como en sus mejores momentos, Carlos Menem volvió a tomar la batuta para señalar lo que está mal y lo que está bien. Dijo que apoyará al presidente Fernando de la Rúa para que termine su mandato, pero le volvió a recriminar su "falta de liderazgo". Una de cal, una de arena. Sin embargo, De la Rúa lo castigó anoche al tildarlo de "incapaz" (ver página 20).
El ex presidente dio ayer su primera conferencia de prensa luego de su liberación jugando de local: en la residencia de la Gobernación de La Rioja. "Es un momento muy especial para Argentina, en un momento de una crisis profunda de la cual estamos intentando salir entre todos, pero también en una instancia muy importante de mi vida, que ha transitado momentos de gloria y de profundo dolor", fueron sus primeras palabras.
Revitalizado luego de que la Corte Suprema le abriera las puertas de Don Torcuato mediante un fallo que el mismo Menem calificó de "histórico y memorable", reiteró su firme intención de pelear la presidencia de la Nación en el 2003.
Al volver sobre el fallo, dijo que fue "una especie de purificación del Poder Judicial" que "abre una nueva etapa para asegurar la vida, la libertad y el patrimonio de los argentinos". Luego adelantó que sus abogados están "haciendo una selección de mentirosos" (los que atestiguaron en su contra), y no descartó la posibilidad de querellar a su ex colaborador Esteban Caselli por "falso testimonio agravado" a raíz de su declaración en la causa armas. También apuntó la posibilidad de "iniciar juicios políticos" a los jueces que lo encarcelaron.
Haciendo gala de su reconocida aptitud de líder, presentó batalla en la interna del PJ (dijo que su próximo paso será recorrer "íntegramente, pueblo por pueblo, ciudad por ciudad" territorio bonaerense), advirtió que "lo que le falta a Argentina es conducción", y "cuando no hay liderazgo desaparece la gobernabilidad".
No obstante, aseguró que aspira a que De la Rúa "termine su mandato" en el 2003, para lo cual se comprometió "en todo lo que sea posible, más allá de las críticas lógicas, a procurar ayudar para que termine bien". Luego desautorizó opiniones de dirigentes peronistas, como la del diputado Carlos Soria, quien dijo que De la Rúa será presidente hasta que el justicialismo lo decida. "No es el justicialismo el que va a decir, sino el pueblo a través del sufragio", advirtió.
Consciente de los obstáculos internos que deberá sortear camino al 2003, recordó que cuando lanzó su candidatura en el 1987 dijo que "se puede contar con el apoyo de algunos compañeros y de otros no, pero lo que importa en política no son algunas encuestas que se inventan deliberadamente, no son las cosas que pueden decir algunos dirigentes de nuestro propio movimiento, lo que importa es la gente. Yo gané las internas en el 88 y las elecciones en el 89 con el apoyo de la gente". Así respondió a una de las preguntas sobre la feroz pelea interna que ya empezó a dar.
Luego de subrayar su "fe en el pueblo", consideró que si hay "alguna solución para la tremenda crisis que vive Argentina, ésta pasa indefectiblemente por la causa nacional justicialista y, modestia aparte, por mi persona".

Las águilas y las moscas
Las veces que fue consultado sobre la actitud de Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf prefirió evitar la respuesta, pero una sola frase lo pintó de cuerpo entero: "¿Sabe por qué no me gusta hablar de ese tema?, porque las águilas no cazan moscas". Luego remarcó que él sigue "siendo el presidente del partido" y consideró que el congreso que se reunió en Lanús "está cuestionado ante la Justicia, hay una serie de impugnaciones que suspenden el efecto de las resoluciones tomadas en esa oportunidad".
A la hora de marcar diferencias entre las gestiones de Domingo Cavallo en Economía durante su gobierno y el actual insistió en el tema de la falta de liderazgo: "Si no hay conducción política no hay funcionamiento económico"; cuando no hay liderazgo desaparece la gobernabilidad, y entonces se puede poner a Mandrake en Economía y no va a funcionar".
Menem usó la figura de la herencia al revés cuando indicó que la Alianza "destruyó la famosa herencia recibida", ya que en estos casi dos años de delarruismo "se pusieron en marcha diez planes distintos, lo que afecta la confiabilidad y la seguridad de los inversores".
El tema de los dos Cavallos no fue el único del cual se sirvió Menem para diferenciarse del actual presidente. Cuando le preguntaron sobre si la actual situación puede parangonarse con los últimos meses de Raúl Alfonsín, disparó: "En aquel momento había un presidente electo".
Finalmente, negó que vaya a asumir como senador nacional en reemplazo de su hermano Eduardo. "Lo único que hice fue aportar algo para que el triunfo en La Rioja sea contundente, lo dije antes y después de aceptar el cargo de senador suplente. Yo no estoy para desplazar a nadie, mi juego ha sido siempre leal".



Menem jugó al golf pese a la alta temperatura.
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