En medio del aquelarre, con su acostumbrado tono entre crítico e irónico, Salleras realizó una insólita propuesta para describir como cambia la vida cotidiana en los campos del sur provincial: si eso se concretara, un catamarán circularía por la llanura pampeana trasladando a la gente entre Aarón Castellanos y Diego de Alvear. Es que en la actualidad, para ir desde esta localidad hasta Rufino la gente debe esperar unas cuatro horas en la ruta 14 para que lo cruce un carretón, a fin de tomar la ruta 33, o bien ir hasta Vedia, Arenales y Teodelina, para tomar sucesivamente las rutas 94, 8 y 33. Si decide ir en auto desde su casa a la comuna sin pasar por el carretón, Salleras debe recorrer 360 kilómetros. "Por eso vamos a poner un servicio de catamarán que circule desde Diego de Alvear hasta Aarón Castellanos por la ruta inundada", adelantó, augurando que habrá agua para rato: "Esto empeora: el agua, está pesado, hace calor, hay aguaciles por todos lados. Habrá lluvia, y cuando llueve la gran lucha es con las bombas para que no se inunde el pueblo. Es una película de terror. Y encima Hidráulica saca tres líneas en los diarios tratando de explicar lo inexplicable: que una catástrofe lleva cuatro años destruyendo lo que al país le llevó cien años capitalizar en esta zona".
| |