Ortodoncia en adultos

La pregunta se origina en que hasta hace no mucho tiempo los odontólogos aconsejábamos no realizar este tipo de tratamiento de corrección de deformaciones y malposiciones de los dientes a las personas que habían dejado atrás la niñez y la adolescencia. Las razones esgrimidas se basaban más bien en lo que ignorábamos, más que en nuestros conocimientos.
Sin embargo, la ortodoncia, nacida hace más de un siglo, desde un principio no distinguía a los pacientes por su edad. A medida que se fueron adquiriendo conocimientos con base científica se privilegió la atención a los niños y adolescentes, portadores en general de una boca más sana, con todas sus piezas dentarias presentes , con mejor salud de sus encías y demás tejidos de la boca. Hoy en día no se justifica no atender a personas adultas, pues se ha demostrado largamente que el movimiento dentario que provocan nuestros tratamientos, es perfectamente aceptado por el ligamento periodontal y el hueso.
¿Qué condiciones deben estar presentes en un tratamiento para adultos? En primer lugar debe garantizarse un estado saludable de la cavidad bucal. Aún en los casos de enfermos periodontales es posible tratarlos previa inactivación de los focos sépticos y con monitoreo del periodoncista durante todo el tratamiento.

Plan de tratamiento
En segundo lugar se requiere un diagnóstico y un plan de tratamiento cuidadosamente elaborados, en el que no se puede descartar la acción interdisciplinaria de otras disciplinas odontológicas y médicas. En tercer lugar el profesional a cargo debe tener experiencia suficiente, conocimientos imprescindibles de biomecánica y disponer de los recursos avanzados que nos brinda la tecnología actual.
Un factor importante en el aumento de la demanda de estos tratamientos es la aparición en el mercado de recursos aparatológicos de tipo estético, que suelen mimetizarse con la coloración dentaria y que amortiguan el efecto indeseado de la presencia de elementos artificiales a la vista. Asimismo, en algunos casos es posible realizar tratamientos con aparatos transparentes, casi invisibles, o bien con elementos que van adheridos a la cara no visible de los dientes. Lo fundamental es el diagnóstico y el aparato debe poder conducirnos a conquistar las metas que nos hemos propuesto.
Alcibíades González
Especialista en Ortodoncia