En Junín, a una semana de la definitiva rotura del puente del Salado sobre la ruta 7, en el kilómetro 258, todavía no hay soluciones para el paso de vehículos. Con intermitencias, y después de tres días de aislamiento total, el jueves fue colocado el puente peatonal, que no logró resolver el problema que sufre gran parte de la población. Las inundaciones parecen haber llegado a su pico máximo durante la madrugada del viernes, ayudadas por una brecha clandestina que manos anónimas abrieron en un terraplén que bordea la Laguna de Gómez. En lo que respecta al puente mecano, su instalación sigue paralizada. Si bien su montaje está anunciándose desde hace semanas, sobre la mano Junín-Buenos Aires, el tránsito vehicular y de transporte deberá continuar tomando otros caminos. (DyN)
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