A dos semanas de la elección de autoridades de la Cámara de Diputados, el peronismo y la Alianza buscan seducir al ARI, al Frepaso no oficialista y a los provinciales para que aporten los votos que inclinarán la balanza en la pelea por la sucesión de la presidencia del cuerpo, que hasta ahora detenta el radical Rafael Pascual. Por primera vez desde la restauración democrática ocurrida en 1983 se discutirá a qué sector le corresponde la presidencia de la Cámara. En estos 18 años, ese cargo siempre fue ejercido por el oficialismo, pero ahora es motivo de enfrentamiento al convertirse en primera minoría la principal bancada opositora. El justicialismo aspira a colocar en el puesto de máxima responsabilidad de la Cámara al bonaerense duhaldista Eduardo Camaño, mientras que la bancada de la Alianza propondrá al jefe de la bloque de la UCR, el catamarqueño Horacio Pernasetti. El primer paso que dará el justicialismo para ratificar su aspiración de acceder a la presidencia del cuerpo es convalidar esta semana, en la primera reunión de bloque, la candidatura de Camaño, y del puntano Oraldo Britos para la vicepresidencia primera. Además, el bloque del PJ renovará los títulos como presidente del bloque del cordobés Humberto Roggero, quien será secundado como vicepresidentes por el menemista pampeano Manuel Baladrón, el reutemista santafesino Jorge Obeid y el duhaldista bonaerense José Díaz Bancalari, mientras que la también bonaerense Graciela Camaño mantendrá la secretaria parlamentaria. Para conseguir su objetivo de suceder a Pascual, las autoridades del justicialismo y de la Alianza están procurando convencer a las terceras fuerzas, Alternativa para una República de Iguales (ARI), el Frepaso disidente, y los provinciales agrupados en el Interbloque Federal. Los números parecen favorecer hasta ahora al justicialismo, que tiene 118 diputados propios y podría sumar a los peronistas que concurrieron junto al cura Luis Farinello en las elecciones del 14 de octubre, el sindicalista Francisco Barba Gutiérrez y el economista Daniel Carbonetto. Además, están en conversaciones con los tres legisladores de Unidad Bonaerense, la fuerza que orienta Luis Patti, según revelaron voceros parlamentarios. En caso de lograr estas incorporaciones, el justicialismo tendrá 123 diputados propios, y sólo necesitaría el respaldo de seis legisladores para tener la mayoría de 129 legisladores que le permitirá consagrar un hombre de sus filas en la jefatura de la Cámara baja. El bloque liderado por la radical disidente Elisa Carrió, el ARI, se inclinaría por respaldar la postura de que la primera minoría ocupe la jefatura del cuerpo, según se desprende de las primeras conversaciones informales mantenidas con los representantes del justicialismo. La posición del Frepaso no oficialista, que conduce José Vitar, también parece encaminarse hacia el criterio de que la primera minoría asuma el máximo puesto de la Cámara baja, pero aún no definieron una posición los ex integrantes del oficialismo aliancista. La situación del oficialismo es más compleja, porque necesita juntar más respaldos para promover la postulación de Pernasetti, ya que en diciembre tendrá 80 legisladores, entre radicales y frepasistas. Las conversaciones que están más avanzadas son con el grupo de provinciales y cavallistas, que suman mas de una veintena de legisladores.
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