Año CXXXV
 Nº 49.305
Rosario,
lunes  19 de
noviembre de 2001
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Noelia Piculi, de la colectividad helénica, se convirtió en la reina de la Fiesta
La moda y la belleza coronaron el cierre del Encuentro de Colectividades
Calculan que visitaron el predio unas 650 mil almas. El desfile de modas de Francia fue ayer otro "plato fuerte"

Noelia Melina se llevó las manos a la cara y rompió en llanto. La emoción la desbordó. Su nombre acababa de sonar en los parlantes y era el centro de todos los aplausos. Noelia, que representa a los inmigrantes y descendientes de Grecia, acababa de ser elegida como la segunda Reina de las Colectividades, después de un desempate con la representante de Siria. Subieron a saludarla sus amigas de la colectividad helénica y tras ellas estallaron los fuegos artificiales.
Con esa postal cerraba ayer el XVII Encuentro y Fiesta Nacional de las Colectividades, que durante los nueve días que duró recibió la visita de unas 650 mil almas, según calcularon los organizadores. Y que anoche se vio desbordado por una multitud (ver aparte).
La elección de la reina y los fuegos de artificio coronaron una jornada que tuvo un singular condimiento: el desfile de modas desde el siglo XV hasta la actualidad, organizado por la colectividad francesa, que este año volvió a participar de la fiesta.
Por el escenario central pasaron primero los vestidos del medioveo; después, la indumentaria propia de la época del rococó (mitad del siglo XVIII). Luego lo hizo la vestimenta neoclásica de la época de Napoleón I, del llamado estilo imperio. La etapa de la reestructuración francesa de principios del siglo XIX y el romanticismo se mostraron a través de sus vestidos representativos; en el caso del romanticismo con mucha pluma, miriñaque y tul. Después desfilarían la belle époque de fin del siglo XIX; el art nouveau; los años locos; el estilo Coco Chanell, las polleras bajas, los collares largos, los primeros pelos cortos y, por último, las décadas del 60, 70 y 80 del siglo que pasó, con su pr't à porter.
Elisa Anrique, directora del Instituto Anrique de Diseño e Indumentaria, valoró la posibilidad de haber podido ofrecer al público general un paso por la moda en un lenguaje estético amplio y entendible. "A diferencia de muchos desfiles que suelen ser para públicos cerrados y especializados, aquí se hizo algo para toda la gente", reflexionó. La especialista no se perdió la ocasión para rescatar a París como el centro de la moda "ayer, hoy y siempre".
Tras el desfile, bailaron las colectividades del Lazzio y los descendientes de austríacos contaron la historia de los valses vieneses desplegando en el escenario toda la elegancia de ese baile.
Y luego de hacerse esperar, llegó el plato fuerte de la noche: la elección de la reina entre 36 postulantes de las distintas ascendencias.
Las chicas hicieron cuatro pasadas por el escenario. En la primera lo hicieron con ropa deportiva, luego con indumentaria informal, en la tercera vestidas de fiesta y por último con los trajes típicos de las colectividades que representan.
La Capital charló con algunas de ellas antes de que salieran a desfilar, cuando estaban en pleno preparativo, entre peluqueros y maquilladores.
Luciana Sabatini Llobera, de 17 años, representaba a las islas Baleares. Rebosaba alegría de haber sido elegida por su grupo de baile, y ayer se la comían los nervios. Nunca había estado frente a tanta gente y, confesó, semejante exposición la avergonzaba un poco. Luciana Araya Kuntze, de 16 años, estaba orgullosa de representar a la colectividad de Alemania, país donde nació su bisabuelo.
Cristina Meyer, del Centro Canario, es una de los pocos descendientes directos de inmigrantes: su mamá vino de las islas. Cristina, de 19 años, se sentía tranquila en su rol de representante de su colectividad.
Después vendrían los desfiles, aplausos y piropos. Cada postulante tenía su hinchada propia entre el público, que levantaba banderas y hacía sonar los bombos al paso de sus representantes. Por último, llegó el veredicto del jurado. Y el reinado quedó en manos de Noelia Melina Piculi (20 años), que fue escoltada por Nadia Paola Arabian (15 años) de Siria, y Melina Ramiro Jauan (21 años) de Líbano.
Así, la fiesta tuvo una nueva edición. Austera en su organización, pero con buena respuesta del público.
"Esta fiesta fue un ejemplo de convivencia entre la gente, que realmente la disfrutó", reflexionó el director del Ente Turístico Rosario, Raúl Garo, convencido de que "este año más que nunca cobró especial significación el abrazo por la paz".



Noelia Melina acaba de ser consagrada reina.
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