Año CXXXIV
 Nº 49.298
Rosario,
lunes  12 de
noviembre de 2001
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Montaner: "Comenzó la Cuarta Guerra Mundial"
Para el columnista cubano, "no es verdad que estemos en un enfrentamiento entre países ricos y pobres"

Leonardo Graciarena

"El 11 de septiembre comenzó la Cuarta Guerra Mundial". Para el analista cubano Carlos Alberto Montaner está claro que los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono cambiaron la forma de entender la historia. Ese día "ingresamos en un escenario de terrible peligrosidad", asegura el analista. Para el "columnista de mayor divulgación en lengua española", según lo calificara la revista española Cambio 16, en el mundo del nuevo siglo ya "no sirven los esquemas de la Guerra Fría para tratar de entender qué es lo que está pasando". Lo que es cierto es que es un mundo donde nadie se siente seguro.
Invitado por la Fundación Libertad de Rosario, el periodista y escritor estuvo en la ciudad para conferenciar sobre el conflicto que hoy desvela a la humanidad y que tiene a Osama Bin Laden como el hombre más buscado. Montaner considera a la Guerra Fría como la Tercera Guerra Mundial, es autor de cerca de quince libros y, además, es vicepresidente de la Internacional Liberal.
-Pensando en la opinión pública y siendo EEUU el más fuerte entre los fuertes ¿esto es algo que juega en su contra?
-El problema es que nadie que tenga un arma nuclear que pueda borrar del mapa a una ciudad como Boston puede ser considerado un enemigo débil. Y si, además, está lo suficientemente loco como para gozar con ese martirio... Ya no se trata de un país pobre contra un Estado rico. No son los indigentes de Sudán los que están en esta lucha, son millonarios árabes que fueron educados en Harvard, con cuentas bancarias extraordinarias, con 1.300 millones de dólares de capital familiar auxiliados por miembros de clanes de Arabia Saudita infinitamente ricos. En este conflicto no sirven los esquemas de la Guerra Fría. No es verdad que estemos en un enfrentamiento entre ricos y pobres. De nada sirve acogernos a las formas de analizar de la Guerra Fría.
-¿La respuesta militar es correcta?
-Esta guerra es una desgracia, como cualquier guerra. La motivación es demasiada obvia y evidente. Estados Unidos no podía permitir que un Estado fuera cómplice de un grupo terrorista que había atacado nada menos que el Pentágono, había destruido las Torres Gemelas y asesinado a cerca de 5.000 personas en el corazón de Nueva York. Si Estados Unidos no reaccionaba así, ¿Por qué no destruir mañana el Capitolio o las plantas de energía nuclear? No quedaba otra reacción que la militar contra el país cómplice. Lo que debe quedar claro es que los Estados deberían tener la responsabilidad de mantener bajo control a los grupos terroristas. Y el país que no lo hace, y mucho más el que se convierte en cómplice de estos grupos, debe afrontar la responsabilidad de sus actos.
-¿Qué hay detrás de los ataques contra EEUU?
-Las motivaciones de los terroristas son complicadas. Si se prueba que los terroristas que atacaron aquí en Argentina las instalaciones judías son grupos familiares a Bin Laden, estamos viendo un componente antisemita, antioccidental, que demuestra que les da lo mismo actuar en un lugar o en otro. Pero su accionar va en aumento. En agosto de 1998 atacaron las embajadas estadounidenses en Africa y no pasó nada. En octubre de 2000 atacaron un barco de guerra (el USS Cole en Yemen) mataron a 17 soldados y no pasó nada... Si no pasó nada luego de atacar un barco de guerra como el Cole, ¿Por qué no atacar el Pentágono? Llegaron a la conclusión de que EEUU era un tigre de papel que no sabía cómo reaccionar. Y realmente se le hubiera complicado reaccionar si estos grupos no estuvieran tan claramente ligados a ciertos Estados. Si la mafia mañana hace un atentado similar en Nueva York, no tendría ningún sentido bombardear Roma, porque el Estado italiano no protege a la mafia, en cambio Afganistán si protege a Bin Laden.
-¿EEUU sabe dónde se metió?
-Estados Unidos sabe muy bien dónde se metió: está en un avispero. Y sabe que no hay una solución sencilla, que no es una pelea de buenos contra malos, ni de demócratas contra dictadores. Estamos ante un conflicto que tiene condimentos religiosos, elementos tribales, étnicos, complicadísimos.
-No es como la guerra del Golfo donde el enemigo era visible.
-Era mucho más sencilla la guerra contra Irak. Los iraquíes se apoderaron de Kuwait y había que defender a Kuwait porque así se protegían los intereses estadounidenses. EEUU expulsó a los iraquíes, pero no se quedó en Kuwait para apoderarse del petróleo, sino que se fueron y siguieron comprándole combustible al mismo precio de siempre. En aquel caso era evidente que estaban defendiendo la seguridad económica de EEUU.
-¿Cómo evalúa el papel de la CIA y el FBI en el atentado?
-Creo que la gran responsabilidad es de los políticos. Ellos tenían información. Vengo escuchando hablar de la peligrosidad de los grupos terroristas desde 1989, cuando cayó el Muro de Berlín, y aparecieron informes que hablaban de que el mundo entraría en un período de conflicto cuya característica principal no iba a ser el enfrentamiento entre países o bloques, sino entre grupos terroristas y determinados países. También puede que haya operado la arrogancia en los servicios de inteligencia estadounidenses. Aparentemente el Mossad (servicio de inteligencia israelí) le transmitió a Washington información sobre un ataque inminente por parte de los grupos islámicos, pero EEUU no lo escuchó.
-¿La ley antiterrorista puede transformarse en una licencia para matar?
-Lo que es peligroso es la autorización para la ejecución de terroristas y criminales. No se puede salir a matar porque sí, porque existe la posibilidad de que también te maten. No se puede entrar en el golpe por golpe. Y eso puede ser peligroso para una sociedad que tiene escasos mecanismos de protección, como los Estados Unidos, donde los blancos son infinitos. Y son sociedades que no están acostumbradas a sufrir.
-¿La seguridad fue herida de muerte el 11 de septiembre?
-Y no sólo eso. También la mentalidad jurídica liberal. Cuando la seguridad se pone en peligro hay un cambio en las prioridades. Ya la prioridad no es la preservación del Estado de Derecho liberal sino la preservación de la vida. Entonces empieza a haber sacrificios. A principios de la década del 50, como consecuencia del terror que despertaban la URSS y la amenaza de ataques nucleares, hubo un espasmo en EEUU que fue el maccartismo, que tuvo la simpatía de una sociedad, que se sentía insegura. Esto desapareció al diluirse la idea del peligro, pero es algo que podría suceder nuevamente.



El periodista y escritor cubano estuvo en Rosario.
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