Año CXXXIV
 Nº 49.298
Rosario,
lunes  12 de
noviembre de 2001
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Editorial
El dilema del crecimiento

El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial estudiarán la próxima semana en Ottawa la forma de reactivar el crecimiento en un momento de reconocida y grave crisis de la economía en todo el planeta.
La cumbre anual de las dos instituciones financieras, aunque reducida a la reunión de sus órganos directivos, analizará el impacto económico de los atentados terroristas en Estados Unidos, que podría acabar en una recesión global. En ese marco tendrá un lugar el tratamiento de la difícil situación de la Argentina, que busca un adelanto de la ayuda concedida por el FMI.
En los países en desarrollo, las perspectivas a corto plazo se han visto afectadas de forma adversa, sobre todo debido a que en 2001 se ha prolongado la caída de las principales economías y a que la esperada recuperación, según análisis recientes del Banco Mundial, no se producirá hasta la segunda mitad de 2002.
En esta ocasión, la inédita y reducida asamblea del Fondo Monetario y el Banco Mundial se verá acompañada por la reunión de los ministros de Finanzas del Grupo de los 20, un foro que promueve el anfitrión Canadá y que reúne a las naciones más ricas junto a las principales economías emergentes, como Brasil, México o Argentina. Pero el principal asunto que centrará los debates en la capital canadiense será la difícil situación mundial, que el FMI se resiste a calificar como una recesión, aunque admitió que supone una "encrucijada crítica" para la economía.
La cita de Ottawa será una oportunidad para que ambas instituciones lancen un mensaje de confianza sobre las perspectivas a medio plazo de la economía global, ya que, según sostienen, el impacto de los atentados terroristas será moderado y más bien temporal.
A Ottawa acudirá el ministro de Economía de Argentina, Domingo Cavallo, quien busca un adelanto de miles de millones de dólares con cargo a las ayudas del FMI, aunque fuentes de esa institución desalentaron expectativas al hacer saber que, en principio, no hay prevista una reunión entre el responsable argentino y el director del Fondo, Horst Koehler.
A pesar de ello y más allá de la menor relevancia de este encuentro con respecto a la asamblea del año pasado en Praga -esta vez no habrá un plenario de los 183 miembros de las instituciones multilaterales y será escasa la presencia del sector privado-, no deja de ser una oportunidad para que el país promueva la defensa de sus intereses fundamentales.


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