cartas

Gracias por recordar a Lucía

En esta digna sección leí la noticia de que Lucía había fallecido. Sinceramente, en su momento no me enteré, a pesar de leer el diario todos los días. Quizás el nombre de Lucía no diga nada. O no haya sido conocida. O fue conocida, a través de sus problemas y sus dolores. Quizás Lucía era intrascendente, para "este mundo que hoy vivimos". Pero no. Lucía era, ante todo, una ciudadana como lo somos todos. Y es más, era un gran ser humano, como no lo son muchos. Lucía falleció. Pero quedó su lucha, por su enfermedad y por su reclamo -que no tendría que haber sucedido- de los más bellos del mundo: el amor, el abrazo, el cuidado y la contención de un padre, de su padre, que nunca se lo dio y la abandonó. Siento mucho dolor, por todo lo que ella pasó. Siento mucha admiración por su lucha y su compromiso. Siento mucha tristeza porque Lucía se haya ido y no haya sido feliz. Y agradezco, infinitamente, a la doctora Mirta Guelman de Javkin, tan inteligente, solidaria y humana como siempre, por recordarla, por hablar de ella, por no olvidarla, y por decirlo.
Bernardo Conde Narbaiz Elía