Con un gol viciado de nulidad, Colón le ganó 1-0 anoche a un River carente de alma y prácticamente le despejó al líder Racing el camino hacia el título.
El gol de la discordia llegó a los 41 minutos del segundo tiempo, cuando Gabriel Migliónico mandó un córner, Diego Castagno Suárez le metió un fuerte golpe con el antebrazo a Angel Comizzo dentro del área chica y Claudio Graf aprovechó la caída del arquero para tocarla al gol con el arco libre.
De inmediato, todo River salió a protestarle airadamente al árbitro Horacio Elizondo, quien ignoró por completo la infracción, mientras que Comizzo permaneció cuatro minutos semiinconsciente y cuando se levantó del piso le preguntó al médico Rafael Giulietti "¿qué paso?", según pudo verse por televisión.
Cuando se reanudó el juego, el arquero, quien fue la figura de la cancha, siguió atajando y su equipo ya no tuvo respuestas para el menos empatar el encuentro.
Ahora, River suma 25 puntos, la misma cantidad que Boca. Ambos están a ocho unidades del líder Racing, aunque los xeneizes y los de Avellaneda tienen un partido más.
Lejos de parecerse a un candidato al título, River se mostró como un equipo apático en un partido clave, se vio superado por su rival y ahora depende poco menos que de un milagro futbolero para ser campeón.
El comienzo pareció prometer una lucha pletórica de emociones. A los 3, un cabezazo de Martín Cardetti pasó al lado del palo izquierdo tras un centro de Ariel Ortega. Y dos minutos más tarde, Claudio Graf sacó un violento remate que Comizzo contuvo en dos tiempos. Pero fue un espejismo: el desarrollo no demoró demasiado en ingresar en un cono de sombras.
Colón emergía en ataque cuando la pelota pasaba por los pies del uruguayo Migliónico, su hombre más claro e incisivo.
River, carente de imaginación, recién se desperezó en los últimos cinco minutos de la primera parte, en los que tuvo un par de aproximaciones vía Eduardo Coudet y Ortega.
En la etapa final, el partido fue parejo hasta el primer cuarto de hora, en el que River estuvo cerca con un tiro apenas alto de D'Alessandro y con un cabezazo cruzado de Matías Lequi.
Pero bastó que River se durmiera inexplicablemente y que Colón apretara el acelerador para que el desarrollo se inclinara hacia el campo visitante.
Lo tuvo Graf, después Comizzo evitó el gol ante dos cabezazos de Pablo Morant y un remate de Migliónico fue a parar a las manos del arquero. Hasta que llegó la jugada decisiva y River se fue con toda la bronca -y la sensación de que todo está casi perdido- de Santa Fe. (DyN)
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La Ciudad
