Año CXXXIV
 Nº 49.298
Rosario,
lunes  12 de
noviembre de 2001
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Logran un acuerdo para luchar contra el calentamiento global de la Tierra
Decenas de países coincidieron en limitar emanaciones tóxicas que causan el efecto invernadero

La Séptima Conferencia sobre Cambio Climático finalizó con un trabajoso acuerdo internacional tendiente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, que provocan el calentamiento global de la Tierra, con una consecuente alteración de los ecosistemas. Con la rúbrica de este compromiso todo está listo para que los países expresen oficialmente su conformidad a fin de que sus ordenamientos empiecen a ser cumplidas el año próximo.
Las condiciones de entrada en vigor del llamado Protocolo de Kioto, de 1997, quedaron planteadas anteayer, al cerrar las deliberaciones en Marrakech, Marruecos. El único país que desconoce el acuerdo es Estados Unidos, cuyos representantes asistieron como observadores a la cumbre. Este país emite el 25 por ciento de los gases mundiales que provocan el efecto invernadero.
El Protocolo de Kioto establece que 39 países deben llegar a una reducción del 5,2 % de las emisiones de gas invernadero entre 2008 y 2012. Se estima que los países más ricos del mundo, con un 20% de la población total, emiten más del 60% de los de gases de efecto invernadero, fundamentalmente dióxido de carbono, metano y óxido nitroso.
El acuerdo fue alcanzado luego de que se hicieran concesiones a Japón y Rusia, los países clave para la entrada en vigor del acuerdo, luego del rechazo de Estados Unidos. Así, Rusia podrá contar a su favor más del doble de bosques -como aporte a la protección climática- de lo que se había resuelto en la cumbre de Bonn en julio pasado. Rusia acabó por aceptar cuando se consintió que liberase 33 millones de toneladas de dióxido de carbono en lugar de los 17 pautados.
El jefe de la delegación alemana, Hendrik Vygen, se refirió a un "gran éxito" y planteó que tras diez años de difíciles negociaciones se logró la última etapa. Ahora queda allanado el camino para ratificar el Protocolo y que éste entre en vigencia antes de la próxima cumbre climática mundial en Johannesburgo, en septiembre de 2002.
Para la organización ecologista Greenpeace, el acuerdo final representa un resultado "cuestionable y débil". El director para política climática de esa entidad, Bill Hare, planteó que en Marrakech se desperdició la oportunidad de hacer más por proteger el clima en el mundo. Greenpeace sí elogió el que al menos haya ahora una reglamentación para el Protocolo de Kioto. "Los países ya no tendrán excusa para seguir aplazando su ratificación y aplicación", subrayó Hare.
Después de que Estados Unidos se marginara del Protocolo y adoptara una postura de observador en la conferencia de Marrakech, el acuerdo de Japón y Rusia y su ratificación era fundamental para su puesta en vigor.

La reglamentación
El convenio cerrado en Marrakech define cómo tienen que contar los países sus emisiones de efecto invernadero, cómo serán penalizados si no lo cumplen, cómo contabilizar el efecto de sus bosques y actividades agrícolas, cómo se organizarán los proyectos de reducción de la contaminación, qué ayuda recibirán los países en vías de desarrollo para hacer frente al cambio climático y cómo hay que informar abiertamente acerca de las actividades de cada uno.
Tanto la Unión Europea, los países en vías de desarrollo como los países de Europa Oriental habían dejado patente su disposición a aceptar el paquete conjunto si el resto de los países también lo aceptaba.
Luego de que los delegados se pusieran sorpresivamente de acuerdo el miércoles pasado acerca de un sistema de controles y sanciones destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el jueves y el viernes se concentraron en problemas tales como las reglas que gobiernan el comercio internacional de derechos de emanación de gases, y en un sistema de cálculo exacto y controlable de los bosques capaces de absorber dióxido de carbono, los denominados sumideros.
Por su parte, el director del programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Klaus Toepfer, destacó el éxito alcanzado por el acuerdo de Marrakech y su significación al sentar las bases para la protección del clima a nivel mundial. (DPA / Ansa)



EEUU no convalidó el acuerdo de Marruecos.
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