Año CXXXIV
 Nº 49.293
Rosario,
miércoles  07 de
noviembre de 2001
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Ruidos que ensordecen
La contaminación acústica resulta perjudicial para la salud orgánica y psíquica

La contaminación acústica o ruido es para la salud una de las formas más actuales de la contaminación masiva, especialmente en las ciudades. Según los especialistas, el ruido, silenciosamente, va minando la salud humana.
La sordera profesional está en estrecha relación con el ruido industrial. El grado de sordera profesional está en relación directa con el número de años en que se ha estado sometido al ruido, la intensidad o tonalidad del ruido traumatizante y una evidente disposición individual.
En estudios realizados con respecto al feto se detectó que una estimulación auditiva excesiva hace que éste reaccione significativamente ante los ruidos exteriores, a través de una modificación de su ritmo cardíaco y movimientos de los miembros. No están excentos de los daños perjudiciales los niños nacidos pretérmino, que, por su condición, deben permanecer largo tiempo en la unidad de terapia intensiva dentro de una incubadora.
El ruido no solamente afecta el órgano auditivo, sino también el organismo entero, en sus componentes orgánico y psíquico.
El 40% de los gastos ambientales se los lleva el ruido, por tratamientos médicos, pérdidas de días laborales, juicios, insonorización.

Sordera por ruido
El hombre creó el ruido, que hoy lo ensordece y enloquece, y es su enemigo de todas las horas, escurridizo casi invencible.
La sordera por ruido se caracteriza por una alteración lenta y progresiva, que afecta primero la percepción de los sonidos agudos, acompañada con frecuencia de zumbidos.
El oído es un órgano de relación social, de comunicación. Los niveles de ruidos elevados dificultan la comunicación hablada, aumentan el aislamiento del individuo y provocan afecciones de garganta y laringe causados por la necesidad de elevar la voz.
Las personas que se ven expuestas a niveles elevados del ruido, tienen dificultades para conciliar el sueño, llegando a padecer de insomnio.
Es sorprendente enterarse que el ruido, según su duración, tonalidad e intensidad, puede ocasionar desviación de la atención, fatiga de los centros cerebrales, disminución en el rendimiento, aumento de los errores en labores intelectuales y manuales, aumento en accidentes de trabajo y de tránsito.
El ritmo cardíaco también se ve afectado y cuando es intenso puede provocar "estrés", produce hipotensión arterial, nerviosismo y en ocasiones hipertensión y fatiga nerviosa, alteraciones del humor, tendencia a la depresión o por el contrario, reacciones de violencia.
El hombre requiere para su desarrollo pleno, la superación de todos los obstáculos que afectan su normal desenvolvimiento físico, sensorial, emocional y su integración en la comunidad.
Por ello, la lucha contra el ruido requiere perseverancia, cumplimiento de las ordenanzas que establezcan los límites de sonoridad, etcétera. La vida del hombre sobre el planeta merece rescatar los elementos primigenios que le brinda la naturaleza, como el silencio, la puerza de la atmósfera y de las aguas.
Breguemos para que la correcta información y por ende una consciente educación, lleve al individuo a vivir felizmente.
Nydia Tamburri
Foniatra



Los niveles altos de ruido dificultan la comunicación.
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