Dedicadas hace más de 10 años a la mejora de la alimentación de los diabéticos a través de la educación, las nutricionistas Pilar Llanos y Mónica Mazzei expusieron sobre estos temas invitadas por la Fundación Libertad. En una charla previa con La Capital, las especialistas afirmaron que "gracias a los nuevos conocimientos, hoy se sabe que los diabéticos pueden alimentarse igual que cualquier persona. El secreto está en aprender a elegir mejor los alimentos, combinarlos y cocinarlos".
Para las especialistas, se trata de armonizar la ingesta de alimentos para que no se disparen los niveles de azúcar en la sangre. Así se logra mantenerlo y evitar los picos de glucemia. Para ello recomendaron la ingestión de alimentos de lenta digestibilidad, que al producir una digestión más pausada, logran que las curvas de la glucemia sean moderadas.
En concreto, las nutricionistas apuntaron a la importancia de las pastas, el pan y la papa en la dieta de un diabético, alimentos que durante años fueron prohibidos.
Pan, pastas y papa
Actualmente se recomienda a los diabéticos comer pan y evitar las galletitas, porque éstas poseen un alto contenido en grasas saturadas, que aumentan el nivel de colesterol. El pan, en cambio, no las poseen porque contiene harina, agua, levadura y sal, y el porcentaje de grasas es mínimo. Para verificar esto, las especialistas recomendaron envolver en una servilleta de papel una galletita y una rodaja de pan para ver cómo queda el papel con cada una.
La prohibición de las pastas es otro mito a derribar. Los diabéticos deben comer pastas, sobre todo las de laminado grueso, ya que estas desarrollan un proceso de digestión lento. Asimismo un tallarín muy finito que se cocina rápidamente dará una respuesta casi instantánea en los niveles de glucemia, mientras que un fideo grueso poco cocido tiene otro resultado.
La papa, excelente fuente de potasio que además posee almidones, es recomendable ingerirla pero no en forma de puré, porque la glucemia subirá mucho más rápido. En cambio, en una ensalada, cuando el almidón se enfría, la digestión es más lenta.
El secreto de las frutas
Otro mito a desterrar es la banana. Una banana de 100 gramos, en cuanto a su contenido de azúcar, equivale a una manzana de 150. Más que azúcar, la banana contiene almidón, con lo cual la respuesta es más positiva porque la digestión es más lenta.
Respecto a las frutas, Mazzei explicó que se puede comer uva, pero con piel. También es diferente comer una naranja que tomarse el jugo, ya que la naranja entera cuenta con las fibras que beneficiarán al organismo.
En cuanto a las carnes, aconsejaron ingerir la vacuna por el hierro, y el pescado, ya que contiene un aceite especial que mantiene elásticas a las arterias y facilita la circulación. En tanto el cerdo y el cordero, "habrá que aprender a comerlos", advirtieron, pero no suprimirlos.
Calabaza versus ravioles
Sobre las verduras, las nutricionistas explicaron que "no hay que engañarse con la calabaza, porque en cantidad de hidratos, cuatro trozos del tamaño de una pelotita de tenis, equivalen a 20 ravioles de verduras".
En cuanto a la ingesta de verduras en forma de tarta, aconsejaron no abusar. No hay que olvidar que la masa se hace con aceites vegetales solidificados hidrogenados que forman el colesterol malo. Por esto recomiendan comer verduras crudas.
La remolacha es otra de las prohibiciones por su sabor dulce, producto del alto contenido en sodio. Sin embargo, las especialistas la prefieren antes que la calabaza.
Recomiendan también comer el brócoli crudo, al igual que la coliflor y el zapallito. "No hace falta siempre hervir la verdura antes, porque en este proceso pierden parte de las vitaminas y minerales", explicaron.
Junto con estas recomendaciones, aconsejan vivamente la práctica de la actividad física por los innumerables beneficios que produce en los diabéticos. Al referirse a este tema, explicaron que "no se trata de ir a un gimnasio, ni de competir, sino de estar activo durante el día. Subir y bajar escaleras, sacar el perro a pasear, caminar, pasar la aspiradora, hacer el jardín, barrer".
Finalmente dijeron que el secreto está en la selección de los alimentos correctos, moderar el consumo de grasas, proteínas e hidratos de carbono, distribuyéndolos a lo largo del día, en armonía con la actividad física".
La Ciudad
