La actividad de Lía Jelín comenzó con la danza y transitó también por la actuación y la coreografía, además de la dirección. En su trayectoria, que se inició como bailarina, se cuenta su participación, en los años 60, de la movida cultural del Instituto Di Tella, fue miembro de los elencos de Oscar Araiz y el Teatro San Martín, trabajó con Tato Bores en televisión y lo dirigió en "Hello Tato" y "Pobre Tato" y en el 82 fue protagonista de "Noveno B", una puesta sin texto sobre el terror a la soledad. De acuerdo a esa trayectoria, la creadora señaló que cualquier expresión es viable como desafío escénico: "Para mí trasladar el cuerpo, la expresión del cuerpo al texto, sin ninguna palabra, fue todo un trabajo en todos estos años. Pienso que mientras el teatro esté vivo, toda posibilidad es válida, desde Aristófanes hasta Stephen Bercoff. Siempre estoy en la línea de búsquedas". Sin embargo, Jelín, que dirigió "Confesiones de mujeres de 30", dijo que no quiere transformarse en una directora de temas exclusivamente femeninos: "¡No quiero hacer más cosas de mujeres...! Por eso -bromeó- hace uno días hicimos una puesta de «Un guapo del 900» a beneficio de La Casa del Teatro... algo que no tenía nada que ver".
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