"El maestro ocupa en la escuela el mismo lugar que el inmigrante: no importa lo que haga, porque siempre va a estar mal. Si se capacita es porque no quiere estar con los chicos y si no se capacita es un ignorante. No importa lo que haga, siempre estará mal", señaló Estanislao Antelo. Según agregó, esto es consecuencia de "una cuestión profunda, medular, que no es otra cosa que una retirada de confianza simbólica en la figura del maestro". A la cual Antelo instó a recuperar.
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