La Liga Argentina Contra la Epilepsia (Lace) enumeró las siguientes recomendaciones para quienes presencien una convulsión de un enfermo epiléptico: se aconseja colocar a la persona afectada recostada del costado derecho, lo cual mantiene la vía aérea libre y, en el caso de que vomite durante el episodio, evita que se aspire. Hay que tratar de eliminar objetos punzantes que el paciente tenga en su poder o cercanos a él. Es necesario recordar que aunque el paciente parece dolorido, en realidad durante la convulsión no es consciente de ella. Se debe liberarlo de las prendas de vestir que ajustan, en especial alrededor del cuello. No hay que tratar de sacudir al paciente, tirarle agua o bofetearlo con la idea de despertarlo o detener el episodio. No se debe limitar o restringir los movimientos convulsivos. No dar durante el episodio ningún remedio ni sustancia por vía oral. No hay que colocar ningún objeto duro en la boca para evitar que se muerda la lengua o los labios y menos aún para evitar que "se trague la lengua", pues esto nunca ocurre. No colocar los dedos entre los dientes pues el paciente no sabe lo que ocurre y por lo general los dedos pueden ser severamente dañados por la mordida sostenida. Si el paciente adquiere una coloración azulada o de palidez no significa que esté en peligro o que no respira, en realidad es un fenómeno habitual del episodio. Siempre es aconsejable llamar al médico. En especial, cuando la convulsión supera los 5 a 10 minutos, porque debe ser trasladado de urgencia a un centro asistencial pues sólo una medicación específica endovenosa va a detener el episodio epiléptico. (Télam)
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La Ciudad
