Año CXXXIV
 Nº 49.226
Rosario,
sábado  01 de
septiembre de 2001
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Cómo usar bien la siembra directa
El especialista de Aapresid Martín Ambrogio advierte sobre los riesgos de no realizar una rotación adecuada

Se puede salir de la crisis en la medida en que cada productor se enfoque a lo que hace y sea lo más eficiente posible, concentrando todas sus fuerzas en las ventajas comparativas", explicó el coordinador técnico de Aapresid, Martín Ambrogio.
Consultado sobre los escenarios futuros del sector agropecuario argentino, Ambrogio destacó que "aún queda mucho por ajustar en cuanto a la ampliación de paquetes tecnológicos para seguir creciendo en productividad".
"El vigoroso aumento de la superficie sembrada en directa no siempre se condice con un manejo tecnológico eficaz", sostuvo el coordinador de Aapresid.
El especialista no duda en reconocer que "si bien se registró un crecimiento importante en la productividad todavía falta mucho por mejorar" y sostuvo que las estadísticas son contundentes al respecto: "En Francia, por ejemplo, logran siete toneladas por hectárea, nosotros rondamos las dos toneladas".
-¿Cómo se ajusta ese paquete tecnológico?
-La siembra directa crece año tras año pero no está acompañada por todas las prácticas tecnológicas que garantizan su potencial. Hay que instrumentar, tanto en ganadería como en agricultura todas las tecnologías que sean necesarias para que el sistema en su conjunto, funcione correctamente.
-¿Por ejemplo?
-En la región central de Córdoba crece la siembre directa a un ritmo sostenido, sin embargo, la superficie de sorgo y maíz ocupan un porcentaje muy bajo del total. Si se hiciera una rotación de cultivos adecuada para que el sistema de siembra directa funcione correctamente, tendríamos que estar produciendo el doble de estos cultivos, y esto no lo vemos. Y no se hace más maíz y sorgo, porque son menos rentables que la soja.
-¿Qué alternativas propone?
-Lo que tenemos que hacer es agregarle valor a nuestra producción. En nuestro país tenemos un potencial muy importante para transformar los granos de maíz y sorgo de aquellos campos que están a más de 400 kilómetros del puerto, en carne. De esta manera, logramos que estos campos vendan además de grano, carne. No sirve vender solamente grano porque la incidencia del flete en la comercialización es muy alto. La producción agrícola de alta producción tiene que integrarse con ganadería de alta productividad.
-¿Qué imagina a futuro?
-Las explotaciones agropecuarias chicas y medianas deberán incorporar producciones intensivas, que ocupen una superficie muy chica de sus campos. El objetivo de esto es, además de diversificar, encontrar un complemento intensivo a su producción primaria que colabore en el resultado económico general de la empresa.



La siembra directa necesita una rotación adecuada.
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