Año CXXXIV
 Nº 49.150
Rosario,
domingo  17 de
junio de 2001
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Lo que el viento se llevó. Cuando los proyectos se quedan sólo en los anuncios
Rosario coleccionó en sólo tres años unas 50 promesas incumplidas
Hospitales remodelados, planes de empleo y un festival de museos quedaron en el olvido ni bien fueron lanzados

Carina Bazzoni Isolda Baraldi

"El sanatorio Julio Corzo reabrirá el próximo sábado". "El edificio de Jefatura será la Casa Gris del sur provincial". "Pichincha será una especie de pequeño San Telmo". Los tres anuncios no se formularon ayer ni tampoco datan de una semana atrás. El primero corresponde al ex interventor del Pami Víctor Ramia, que lo formuló en septiembre del 98. El segundo lo realizó el ex ministro de Gobierno de la provincia, Roberto Rosúa, en agosto del 99. El último fue lanzado por el secretario de Cultura de la Municipalidad, Marcelo Romeu, en junio del 99. Sin embargo, ninguno de estos planes fue cumplido. Pero no son una excepción ni una muestra de mala fe. En sólo tres años, autoridades municipales, provinciales y nacionales lanzaron medio centenar de proyectos concretos que, meses después, se disiparon en el aire.
No se trata sólo de promesas electorales o expresiones de deseo, sino de propuestas concretas que merecieron meses de estudio y pusieron en marcha todo el aparato burocrático: elaboración de proyectos, viajes al exterior, trabajo de técnicos y asesoramiento de profesionales. Pese a ello, todos quedaron a mitad de camino o simplemente se archivaron.
Sin embargo, para las fotos, los funcionarios las anunciaron con bombos y platillos. El aumento de planes Trabajar para la ciudad, la reparación de los accesos viales, la posibilidad de contar con un tren que una las estaciones de Rosario y Retiro en sólo tres horas, o la inauguración de un manojo de museos y centros culturales son sólo algunas de las iniciativas que corrieron esta suerte.

Un caso paradigmático
Quizás los avatares de la ahora suspendida implementación del nuevo sistema de transporte público de pasajeros sea un caso paradigmático. En octubre del 97 la consultora francesa Systra-Atec comenzó a elaborar un estudio para llevar adelante el nuevo sistema de transporte. En base a este trabajo se redactaron los pliegos de licitación, donde quedó definido el sistema de redes troncales y centros de transferencia, y se publicó la oferta que buscaba captar inversores internacionales.
Cuando se conocieron los detalles del pliego de licitación para el nuevo sistema de transporte urbano de pasajeros, los rosarinos creyeron que podrían cumplir un ansiado sueño: viajar en colectivos con aire acondicionado. Sin embargo, el 23 de agosto del año pasado se conocieron una serie de circulares aclaratorias de la licitación donde la Municipalidad, entre otros puntos, dejó a gusto de los oferentes la posibilidad de climatizar las unidades.
Pero esto será finalmente sólo una anécdota. Cuando se abrieron los primeros sobres de la licitación, las únicas ofertas que se encontraron fueron las de los actuales prestadores del servicio. Al acto siguieron idas y venidas, paquetes anticrisis y aumento del boleto, para finalmente dejar la adjudicación en el freezer.
Los hospitales Provincial y Centenario también tienen una copiosa historia de promesas incumplidas. En julio del 98, el ex ministro de Salud santafesino Oscar Rubio Galli aseguró que "en breve" estaría funcionando la sala de terapia intensiva pediátrica del Hospital Provincial. Al día de hoy, ésta permanece cerrada.
Siguiendo esta línea, en marzo de 2000, el ex ministro de Obras Públicas de la provincia, Juan José Morín, adelantó que cada uno de esos efectores de salud recibiría 4,5 millones de pesos. Sin embargo, ni un centavo atravesó todavía la puerta de los hospitales.

Más museos que en París
Si hubiera que distinguir un área que acunó la mayor cantidad de proyectos incumplidos, sin dudas, la cultura ocuparía cómodamente la cabecera. Sin distinción de jurisdicciones, se podría decir que de haberse concretado todos los anuncios que se lanzaron en estos últimos tres años Rosario tendría más museos que París.
En el ámbito de la provincia, varias veces se anunció la remodelación y puesta en valor del Museo Histórico Julio Marc; sin embargo, en rigor no se concretaron más que algunos atisbos de cambio.
El Museo de Ciencias Naturales Angel Gallardo también fue blanco de gran cantidad de anuncios, pero en los últimos tres años la entidad no estuvo más que unas semanas abierta. El deterioro de las instalaciones que ocupa en el segundo piso del ex Palacio de Tribunales obligó a suspender las visitas al museo. Y si bien en julio del 99 el ex secretario de Cultura Raúl Bertone dijo que se prevía mudarlo al parque Independencia, el proyecto nunca se concretó.
Y en el área de la Municipalidad, diversas iniciativas duermen en sendas carpetas. La ciudad iba a tener por lo menos ocho museos, entre los nuevos y las filiales de museos nacionales e internacionales (ver grisado).

Palabras y más palabras
Pero los anuncios truncos no quedan relegados solamente al ámbito público. Y el Centro de Renovación Urbana Scalabrini Ortiz puede dar fiel testimonio de esto. El predio que se extiende desde Francia y Caseros, donde el grupo Irsa-Alto Palermo piensa levantar un centro comercial y de viviendas, también fue territorio de innumerables promesas.
El 28 de abril del 98, un alto directivo del consorcio constructor aseguró que "en noviembre y diciembre de este año habrá máquinas trabajando en el predio". Cinco meses después, el gerente de Alto Palermo, Eduardo Goilenberg, apoyaba el anuncio. "No nos vamos a acostar a dormir sobre un terreno por el que se pagaron 25 millones de dólares", dijo. Mientras tanto, la maqueta del proyecto recorría ferias y seminarios, y el cartel gigante que se levanta a la salida del túnel Celedonio de Escalada en el predio parecía acercar el emprendimiento a la gente.
Sin embargo, para poder observar alguna topadora los rosarinos tuvieron que esperar hasta hace dos meses. Y eso que las máquinas se limitarán a realizar obras públicas como la apertura de calles y rotondas, ya que el grupo inversor pidió una prórroga de dos años para los trabajos centrales.
"Lo que estamos haciendo es adecuar las obras a los tiempos que se viven en el país", explicó a La Capital Goilenberg en esa oportunidad. Y el empresario se cuidó de no adelantar una nueva fecha para lanzar las obras.
Es que ya no corren buenos tiempos para formular nuevas promesas.



El "Puerto Madero rosarino", con los galpones aún vacíos.
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