Año CXXXIV
 Nº 49.143
Rosario,
domingo  10 de
junio de 2001
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Mercados
El canje garantiza la baja del riesgo país
El ruido político no afectó a los inversores, que tienen un apetecible menú de nuevos títulos para operar

Salvador Di Stefano

La suba en los activos financieros argentinos se produjo luego del buen resultado que el gobierno consiguió con el megacanje. Las tasas de retorno de los bonos cayeron fuertemente, especialmente los de corto plazo, reacomodándose la curva de rendimientos de los títulos.
Antes del megacanje, los títulos de corto plazo mostraban un alto rendimiento, que se acrecentaba en aquellos títulos con vencimientos entre los años 2009 y 2015, para luego decrecer.
Esta curva de rendimiento mostraba la alta desconfianza de los operadores, que no creían que Argentina cumpliría con los compromisos de corto y mediano plazo aunque esperaban que en el largo plazo los problemas tendieran a resolverse.
Con la postergación de la deuda de corto plazo, que se produjo hace una semana, la curva de rendimientos debería modificarse, haciendo que los títulos de corto plazo muestren un bajo rendimiento, ya que es muy factible cumplir con los compromisos financieros internacionales.
Atendiendo a las estadísticas reales, en el pasado, una Letra de Tesorería (Lete) a 90 días mostraba un rendimiento del 13% anual, y un bono a largo plazo, como puede ser el Bonex Global 2017, rendía el 16% anual. Un bono eterno, como el Bonex Global 2030, rendía un 15% anual.
En la actualidad, luego del megacanje, una Letra de Tesorería a 90 días muestra un rendimiento del 8% anual, un Bonex Global 2017 rinde el 14,6% anual y un Bonex Global 2030 rinde el 14,2% anual.
Esto está mostrando que los inversores observan una fuerte caída en las tasas de retorno de los bonos y Letes de corto plazo, y que será atractivo colocar dinero a mayor plazo. Por lo tanto, habrá que ir repensando las inversiones, y pasar de colocaciones a plazos que iban de 3 a 6 meses, a un plazo mayor.
Por ejemplo, un bono que es muy bien recepcionado por los inversores es el Bonte 2002. Este título paga renta en noviembre del 2001 y mayo del 2002, pero en esta misma fecha expira, por ende abona la amortización total.
Para llevarlo a un ejemplo práctico. Este título vale en bolsa 98 dólares, paga una renta en noviembre de 4,375; y una segunda en mayo de 4,375, cuando conjuntamente se abona la amortización, que es de 100 dólares. Se puede hacer un cálculo muy simple: se invierten hoy 98 dólares, para conseguir en los próximos 327 días 108,75; sin contar que 4,375 de ese total lo tendrán en noviembre de 2001, o sea, antes de dicho plazo. El rendimiento de este título, sin contar la reinversión, es del 11% (que surge de {108,75/98}-1 por 100), tasa nada despreciable en el cambio de escenario actual.
Si lo que se busca es mayor rendimiento, hay que estar dispuestos a asumir más riesgo, y por ende más plazo. El Bonte 2005 es un título muy interesante, ya que en plaza vale 92,10 dólares, paga una tasa fija del 12,125% anual en dos oportunidades, una en mayo y otra en noviembre, y expira en mayo del año 2005. La tasa de rendimientos de este título es del 14% anual, siendo esta una alternativa de inversión interesante a mediano plazo.
El título más líquido y volátil del mercado ha pasado a ser el Bonex Global 2008, que paga renta los meses de diciembre y junio de cada año. Este título paga una tasa fija del 7% anual durante los tres primeros años y en los 5 años subsiguientes paga una tasa anual del 15,5% anual. La amortización es del 100% del valor nominal y opera al final del período. El valor en plaza es de 85 dólares, por cada 100 de valor nominal. No es recomendable como inversión de largo plazo, ya que paga una renta muy baja en los primeros 3 años. No obstante, muchos especuladores lo adquieren para realizar diferencias de precio en un corto período de tiempo.
Por ejemplo, adquieren este título a 85 dólares, y a 89 dólares se desprenden del mismo, para reposicionarse a un precio más bajo a futuro, si es que aciertan con el pronóstico. Este título es el de mayor liquidez, y su emisión llega a 13.000 millones de dólares. Por lo tanto, el gobierno debería prepararse para abonarlo a su vencimiento el 19 de diciembre del 2008.
A largo plazo, el mejor título del mercado es el Bonex Global 2012, que paga una tasa fija del 12,375% anual, la más alta que abona un título doméstico. La renta se efectiviza en los meses de febrero y agosto, mientras que la amortización es del 100% al final del período. Este título vale en bolsa 90 dólares, y es una muy buena oportunidad de inversión (para los que desean invertir a largo plazo) ya que muestra una tasa interna de retorno del 15,5% anual.
Como puede apreciarse, el Estado tiene un menú muy importante para la mayoría de los inversores, desde títulos de corto plazo con rendimientos de un dígito, como es el caso de las Letes, hasta bonos con rendimientos de dos dígitos, en plazos más extendidos (de uno a 30 años).
En la medida que los rendimientos desciendan, la salida de la recesión estará más próxima. Toda suba en la paridad de los títulos, implicará un menor riesgo país, y más posibilidades de crecimiento y empleo.


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