Elbio Evangeliste
Qué diferencia hay de esta selección de vóley a aquella que fue una de las principales animadoras de los Juegos Olímpicos de Sydney? En nombres casi ninguna. En rendimiento varias. El equipo de Getzelevich no logró plasmar en la cancha en ningún partido de la Liga Mundial el juego de hace apenas algunos meses. Es cierto que los jugadores tuvieron poco tiempo para trabajar, que su máxima figura Marcos Milinkovic no está al cien por ciento en la parte física, pero también es cierto que el conjunto albiceleste no puede desprenderse de ese karma de no poder rematar los sets en los momentos justos. Ayer fue, como tantas otras veces, un equipo con demasiados altibajos, razón por la cual el 3 a 0 (parciales 27/25, 31/ 29 y 25/14) a favor de Italia no incursionó en el terreno de las sorpresas.
La mala noticia de que ya no tenía chances de acceder a la segunda fase no fue impedimento para que los dirigidos por Getzelevich salieran a dejar la vida en la cancha. Las primeras imágenes del encuentro mostraron a una Argentina con ganas, metida en el partido. De la mano de Maly, Conte y Pereira, la ilusión de los nueve mil hinchas que poblaron el estadio cubierto de Newell's tomó consistencia, pero todo quedó en un amague nomás. Porque de poco le sirvió al equipo argentino tomar una distancia de cinco tantos, si minutos más tarde la desconcentración y el repunte italiano volvieron a poner las cosas en su lugar.
Poco le importó a los de Andrea Anastasi no contar con Sartoretti, Giani, Gravina, Papi, Meoni -fueron reservados para la ronda final que se jugará en Polonia-, si en lugar de ellos aparecieron Bernardi, Zlatanov, Cisolla y compañía. Así, Argentina lentamente fue sucumbiendo ante el oficio de uno de los equipos más poderosos del mundo.
Los cierres de los dos primeros sets fueron ajustados y por momentos dio la sensación de que si Argentina se lo proponía podía romper con la racha negativa de tantas derrotas consecutivas. Pero no. Sólo si le alcanzó para jugar un par de tantos más en cada uno de ellos.
Estaba claro que sin Milinkovic a Argentina se le hacía sumamente difícil contar con un volumen de juego consistente. Por eso Getzelevich lo mandó a la cancha desde el inicio del segundo set, pero eso tampoco resultó. El 2 a 0 comenzaba a marcar un final anunciado.
El tercer y último set fue directamente para el olvido. Argentina dejó el amor propio en el vestuario, cometió los errores más groseros de la tarde-noche y sepultó con un contundente 25/14 las aspiraciones argentinas.
Borrón y cuenta nueva. Hoy es la revancha donde sólo se jugará por el honor y para devolverle al público tanto apoyo, el que sirvió para demostrar que Rosario se banca ser una de las sedes del próximo Mundial. Tal vez, el punto más saliente que arrojó el partido.
Dirigieron Vladir Dellaqua (Brasil) y Antonio Vaz de Castro (Portugal) y esta es la síntesis:
Argentina 0: Weber, Conte, Maly, Pereira, Peralta y Spajic (fi); Meana (líbero), Milinkovic, Porello, Efrón, Soldi y Patti. DT: Carlos Getzelevich.
Italia 3: Mastrángelo, Cisolla, Bernardi, Zlatanov, Vermiglio y Fei (fi); Corsano (líbero), Tencati, Casoli. DT: Andrea Anastasi.
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La Ciudad
