"Profesión de riesgo", "El idiota", "Nubes de mayo", "Ser o no ser" y "Un amor en Moisés Ville", los cinco estrenos de esta semana en los cines de Rosario en la mira de Escenario.
"Profesión de riesgo"
O la vida del traficante de drogas George Jung fue por demás de apasionante o "Profesión de riesgo" hizo una síntesis brillante de su historia. Más allá de cualquiera de las dos opciones, lo cierto es que en la película biográfica no hay baches, ni golpes bajos, ni momentos aburridos.
El filme de Ted Demme no pretende mostrar (como "Traffic") los vericuetos del negocio de las drogas ni sus múltiples actores y consecuencias. La película se concentra en su protagonista absoluto y, a través de él, en la evolución del negocio, desde el manejo naif de los 60, cuando ni se acertaba en el cálculo de la demanda, hasta las ganancias desmedidas y las intrigas de la DEA y el FBI que comenzaron a principios de los 80.
George Jung no aparece como un héroe o una víctima de ese sistema, sino como un tipo joven arrastrado por la facilidad de un trabajo indigno y de un negocio tan rentable como inesperado. Sin mensajes moralizantes, la película sigue los pasos de un hombre ("con más ambiciones que talento") que trata de huir de una infancia de privaciones para ganar todo (ser el representante del cartel de Pablo Escobar en los Estados Unidos) y perderlo todo en una misma jugada: desde la evaporación de su fortuna en un lavado de dinero hasta la trampa de la adicción y la cárcel.
La historia no sería la misma sin la actuación de Johnny Depp, que no desperdicia ni un minuto de un personaje sin desperdicio.
Cal: 4 estrellas \C.T.
"El idiota"
La película checa de Sasa Gedeon se basa ligeramente en la novela "El idiota" de Fedor Dostoievski. El director suavizó los caracteres al límite que le gustaban al escritor ruso y que hicieron que se lo criticase por poner en escena a gente que siempre estaba al borde del suicidio o de la iluminación mística. Pero conservó la complicada red de relaciones en las que cae el personaje, un muchacho que vivió durante casi toda su vida fuera del llamado mundo normal.
Con un inicio prometedor, la película amaga con quedarse atascada en la mitad. La historia se detiene y milagrosamente logra salir adelante, aunque pierde mucho de la expectativa que había generado.
Frantisek es un joven que salió de un lugar para enfermos mentales. Escribió una carta a unos parientes lejanos y les avisó que iría, pues son los únicos lazos que tiene con el mundo real. En el camino hacia la casa de sus parientes, Frantisek se convierte en el eje de una historia de amores encontrados.
La película abusa del lugar común de tomar a los tontos como iluminados, un recurso que recorre la obra de Dostoievski y que sirvió más de una vez para burlarse de ella. Cuando el director se aleja de esa idea, el filme gana en credibilidad y las hermanas Anna y Olga, casi con un toque a lo Anton Chevoj más que a lo Dostoievski, se roban la película con su relación, donde todo el tiempo miden cuál es más que la otra y, aunque cueste creerlo, con buenos sentimientos.
Cal: 3 estrellas \F.T.
"Nubes de mayo"
El mes de mayo no trae buenas noticias para los protagonistas de "Nubes de mayo", un filme turco que muestra las poco fluidas relaciones de una familia.
El filme, dirigido por Nuri Bilge Ceylan, cuenta el accidentado proyecto de un director de cine, Muzaffer, que llega desde Estambul a su pueblo para rodar una película. El hombre trastoca los planes de su padre, quien se encuentra ocupado en establecer una estrategia legal que le permita salvar de la confiscación del Estado a un pequeño bosque de su propiedad.
La película muestra el mundo de los personajes como una sucesión de compartimientos estancos. La dificultad de vincularse se traduce en las palabras esenciales para hacer conocer las razones que los empujan a actuar de determinada manera o para negociar sólo algunas de sus decisiones.
El director ralenta deliberadamente cada escena con el objetivo de narrar su película como una sucesión de postales con las que ilustra las problemáticas individuales y más profundas de sus personajes.
Los espacios abiertos de una casa de campo actúan como un contrapeso en una historia leve, pero narrada con gravedad por el director. Ceylan rinde un homenaje al cine de Ingmar Bergman en la agudeza con que enfoca los conflictos personales, y a Andrei Tarkovsky, en su última obra "El sacrificio", con la presencia de la fatalidad y la desazón que ronda a los personajes.
Cal: 3 estrellas \R.B.
"Ser o no ser"
Ser testigo de ver a Ethan Hawke y sus acompañantes recitando a William Shakespeare en la maraña de autos y rascacielos neoyorkina no es para cualquiera. Pero aguantar dos horas de la misma tortura es para héroes. "Ser o no ser" se presenta como "Hamlet 2000" en su denominación original y pretende ser una readaptación del clásico inglés filmado "rápidamente en Nueva York, con bajo presupuesto y en 16 milímetros", según confiesa su propio director.
Y las pruebas de la infamia están en la pantalla del cine. Con una estética de video clip, muchas computadoras, videos digitales, y ricos bebiendo whisky como agua, se desarrolla esta tragedia de la que no se salva nadie. El rey es el tipo más poderoso del mundo, el dueño de Denmark Corporation, asesinado por su propio hermano para quedarse con su dinero y su esposa. Hamlet, el hijo, jura venganza mientras se enamora perdidamente de Ofelia, un fruto prohibido.
Partiendo de esa idea general, el filme presenta a un Hamlet que en vez de parecer perturbado por las muertes que se suceden, en realidad parece drogado, recitando frases difíciles de digerir en su aspecto de okupa con tarjeta de crédito. A ese desvarío se suman actuaciones afectadas por un supuesto respeto por el texto original que el director no consigue doblegar. Y por no hablar de Hawke recitando el archifamoso "ser o no ser, esa es la cuestión" en un Blockbuster. Si William vivieraƒ \Cal: 1 estrella \O.V.
"Un amor en Moisés Ville"
El fenómeno de la inmigración influyó de manera fundamental en la historia de la Argentina. La sociedad muestra claros vestigios de las diferentes culturas que, entremezcladas, forman parte del llamado "ser argentino". El destino de una de esas caudalosas corrientes inmigratorias, la de los judíos, es rescatado por el director Antonio Ottone para enmarcar su filme "Un amor en Moisés Ville".
El relato narra el regreso de un actor que, tras más de veinte años de ausencia, llega para montar una obra teatral en conmemoración del centenario del pueblo. El regreso del hijo pródigo, claro está, devuelve a la vida a los fantasmas del pasado y desata el drama.
Una de las particularidades de esta historia es que la localidad santafecina, alguna vez denominada "la Jerusalem de América", es una colonia casi exclusivamente judía donde las tradiciones culturales tienen una fuerte raigambre y marcan las vidas de los personajes principales. Aunque el filme no consigue reflejarlo acabadamente porque debe lidiar con un guión endeble, montado sobre la historia de un amor casi incestuoso.
Cal: 2 estrellas \M.M.
La Ciudad
