Año CXXXIV
 Nº 49.143
Rosario,
domingo  10 de
junio de 2001
Min 14º
Máx 23º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Denuncian a una pandilla que atemoriza al barrio Las Flores
Un grupo de mujeres los identificó como "los Monos" y sostienen que actúan con complicidad policial

Un homicidio. Varios heridos. Una banda familiar acusada de mantener asustados y amenazados por la fuerza de las armas a los vecinos de un barrio. Un picado entre muchachos en el descampado de la zona. Otro herido de bala. Todos puntos que se hilvanan entre sí en una historia de sangre y venganza que poco a poco y en voz baja algunas mujeres se animan a contar. Sucede en Las Flores, a escasas cuadras de la subcomisaría 19ª, cuyo jefe es acusado por esas mismas mujeres por no brindarles la protección que requieren.
La historia se inició el mediodía del 8 de abril pasado. Aquel día, Víctor Martín Pino, de 29 años, fue asesinado de dos balazos por Carlos Fabián Rivero, de 26. En el mismo episodio resultaron heridos Daniela Escobar y su tío, Pedro Pablo Escobar. Para la policía se trató de un "ajuste de cuentas entre delincuentes". Sin embargo, para la familia del homicida, actualmente detenido a disposición de la jueza de Instrucción número 2, Alejandra Rodenas, fue el epílogo de un intento de robo en el cual Rivero actuó "para defenderse del acoso de Pino".
Según cuentan las mujeres, Pino intentó robarle la billetera a Rivero y éste se negó mientras apuraba el paso hacia su casa. Entonces Pino habría sacado un arma de fuego y atacado a balazos a Rivero hiriéndolo en una pierna. Asustado, el muchacho habría buscado refugio en la vivienda de los Escobar, donde se apoderó de un arma y se enfrentó con su atacante con el resultado antes detallado.
Desde entonces, la familia de Rivero fue blanco permanente de amenazas por parte de los allegados y amigos de Pino. Ante ello, los Rivero presentaron una denuncia en la Fiscalía número 7 en la que identificaron a los atacantes de Carlos como integrantes de la banda de los Monos, "un grupo de delincuentes que siempre anda armado, que vende drogas en el barrio, que vive alrededor de la subcomisaría 19ª y es conocido por todos los policías del barrio, pero que nunca son detenidos".
"Esa gente se empeña en destruir familias y una no tiene como defenderse" contó una de las denunciantes que recordó que "en los últimos meses los Monos han atacado a balazos al menos a dos o tres vecinos y nadie quiere denunciar o salir de testigo de los hechos porque después vive amenazado y no se puede mover de su casa". En sus recuerdos surgen los apellidos de algunas víctimas: "a Ledesma lo mató Marito Pino cerca de la comisaría pero le echó la culpa a un menor que está detenido y no tiene nada que ver con el hecho y a otro muchacho, un tal Cantero, también lo mataron ellos hace dos o tres meses".
Cuando las amenazas contra la familia Rivero fueron sucediéndose, la madre de Carlos decidió irse de la casa para buscar protección en lo de algunos familiares. "No soportaba más la situación -recordó-, cada vez que salía de aquí me amenazaban con armas a mí y a mis hijas, me decían que me iban a quemar la casa, que me iban a matar, no soportaba más". Sin embargo la mujer tuvo que volver cuando otro de sus hijos fue atacado y ahora tiene una custodia policial designada por el juez que lleva adelante la investigación.

¿La venganza?
Así las cosas, el sábado 26 de mayo un hermano de Rivero estaba jugando al fútbol en un descampado de Clavel al 6900, a escasos 100 metros de su casa y a sólo una cuadra de la subcomisaría 19ª, cuando un muchacho se acercó a él y le disparó dos tiros. "Todos saben que fue Marito Pino pero nadie se anima a denunciarlo", dicen las mujeres. La víctima del ataque fue Sergio Pablo Rivero, de 26 años, quien sufrió graves heridas en un pulmón y en la columna vertebral que posiblemente le impidan volver a caminar.
Marito Pino es hermano de Víctor, el mismo muchacho que dos meses atrás fue asesinado por Carlos Rivero, el hermano de Sergio.
"Cuando a Sergio lo balearon avisamos en la subcomisaría 19ª y nos dijeron que no podían venir porque no tenían móvil y estaban a menos de dos cuadras del lugar", protestaron las mujeres y aclararon que "tanto en el ataque que sufrió Carlos como el que fue víctima Sergio, los Monos usan armas 9 milímetros como las de la policía".
A la hora de identificar a los Monos, las mujeres no se callan. Además de Marito Pino, nombran a "Miguel, José o Corcho, Gustavito y muchas mujeres que son de la misma familia y que andan siempre provocando y armadas con cuchillos".

Con protección policial
Sobre la presunta protección policial que gozaría la banda de Los Monos en el barrio, las mujeres coinciden en acusar al titular de la subcomisaría 19ª, Daniel Pool. "Nunca escucha nuestros reclamos, él cobra el sueldo que nosotros le pagamos para protegernos, para darnos seguridad y para que nuestros hijos puedan vivir tranquilos. Pero nunca nos da respuestas. Los conoce a todos los Monos, viven muy cerca de la comisaría y nunca apresaron a ninguno. Encima cuando los agarran no aparecen testigos porque los propios policías les avisan a esos delincuentes sobre quiénes van a declarar y después los amenazan de muerte".
En el final, las mujeres reclamaron el cambio del jefe de la comisaría y le pidieron al periodista que las aconseje sobre como llegar a las autoridades de la Unidad Regional II para lograrlo: "Aquí tiene que venir un comisario que tenga lo que hay que tener para actuar contra esa familia que tiene atemorizado a todo el barrio que nunca se anima a contar lo que ve, a decir lo que siente y que sólo quiere vivir honradamente y buscar un futuro para sus hijos".



Juegos en el lugar donde fue baleado Sergio Rivero.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Prohibido tomar fotos
En voz baja
Diario La Capital todos los derechos reservados