Año CXXXIV
 Nº 49.117
Rosario,
martes  15 de
mayo de 2001
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Ganadores y perdedores analizaron los resultados

Madrid.- Los nacionalistas moderados del País Vasco, que obtuvieron una victoria abrumadora en las elecciones regionales del domingo, comenzaron a discutir ayer sus planes para enfrentar al grupo separatista vasco ETA. Aunque nadie espera que se pueda poner fin rápidamente a alrededor de tres décadas de derramamiento de sangre, los votantes castigaron a ETA (Patria Vasca y Libertad) por su campaña de violencia asestando una gran derrota en los comicios a los aliados del grupo separatista.
El líder del PNV en el Parlamento español, Iñaki Anasagasti, expresó en Madrid que la prioridad del reelegido presidente vasco, Juan José Ibarretxe, es formar un gobierno fuerte para hacer frente a ETA. "Lo que Ibarretxe quiere es un gobierno confiable, listo para hacer frente al tremendo problema de la violencia", aseguró Anasagasti a la radio estatal.
Ibarretxe declaró, ante una multitud de jubilosos partidarios reunidos en Vitoria en la noche del domingo, que los resultados son una victoria para la campaña del PNV por un diálogo multipartidista orientado a poner fin al conflicto separatista. Sin embargo, residentes y analistas políticos del País Vasco creen que estas elecciones no lograrán contener la campaña de violencia de ETA.
Euskal Herritarrok (EH), el partido izquierdista radical considerado brazo político de ETA, perdió la mitad de los 14 escaños que había ganado en las pasadas elecciones vascas de 1998, durante una tregua del grupo armado. El portavoz de EH, Arnaldo Otegi, reconoció que "probablemente la dinámica armada, haya tenido efectos electorales negativos. No lo voy a negar", pero destacó que "el factor fundamental de la elección negativa fue la polarización". El dirigente expresó que buena parte de los votos perdidos fueron traspasados a la coalición nacionalista de PNV-EA por "el miedo atávico a los neofranquistas".
Los resultados también asestaron un golpe al presidente del gobierno español, José María Aznar, un enérgico opositor de la independencia vasca. A través del portavoz Pío Cabanillas, la administración Aznar felicitó a Ibarretxe y a los nacionalistas, pero le recordó que espera "coherencia al gobernar y que ni directa o indirectamente se vinculen con ETA y EH". La candidata por la provincia de Guipúzcoa María San Gil expresó su "decepción" por los 19 escaños que obtuvo el PP. La candidata basó sus dichos en que pensó en que en el País Vasco había una mayor rebeldía social y "que había una mayor ansia de libertad".


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